Administración y Dirección de Empresas e Ingeniería Industrial, las dos carreras con mejores salidas

Según la empresa de recursos humanos, la elección de la carrera puede "condicionar el acceso a un empleo, las posibilidades de desarrollo profesional, el salario que se puede llegar a cobrar o la responsabilidad que va a adquirir en un determinado puesto".

Así, los especialistas en ADE tienen altas posibilidades de encontrar un trabajo, sobre todo relacionado con los departamentos financiero, de producción, comercial, de auditoría, de investigación de mercados, de administración, de marketing o de recursos humanos.

De hecho, según Randstad durante el último año éste ha sido el sector donde los jóvenes de 25 a 29 años han conseguido mayor contratación, especialmente en Madrid, Vizcaya, Valencia, Sevilla y Barcelona.

Por su parte, los diplomados en Ciencias Empresariales también acceden al mercado laboral con facilidad, si bien la experiencia es un requisito fundamental por lo que los contratos se realizan a trabajadores de entre 30 y 39 años, sobre todo en Madrid, Valencia y Vizcaya.

INGENIERÍAS

Los ingenieros industriales también gozan de mayor probabilidad de contratación, sobre todo los hombres entre 30 y 39 años, si bien en este sector pesa especialmente las relaciones interpersonales y la formación de posgrado de especialización.

En cualquier caso, las ingenierías parecen seguir en buena forma a la hora de ofrecer salidas profesionales, ya que los titulados en Ingeniería Informática con un mínimo de dos años de experiencia se cuentan entre los profesionales más demandados. Así, los jóvenes de entre 25 y 29 años son muy solicitados, sobre todo para puestos de programador de aplicaciones informáticas, controladores de equipos o analistas. Las regiones con más contratos de este sector son Madrid, Valencia y Barcelona.

En las carreras de Ciencias de la Salud también se mantiene un buen nivel de contrataciones. Así, siete de cada diez titulados en Farmacia, por ejemplo, trabajan en su sector. Además, Randstad confía en que esta rama académica cuente con unas buenas perspectivas a largo plazo, debido a que la demanda crecerá paulatinamente por el envejecimiento de la población.

Los químicos también forman parte de los profesionales más contratados, bien en labores experimentales o técnicas o como profesores. Los sectores con mayor nivel de contratación son el farmacéutico, cosmético, medioambiental, bioquímico y alimentario; y los más contratados son mujeres de 30 a 39 años, fundamentalmente en Madrid, que concentra casi el 25% de los contratos.

HABILIDADES Y COMPETENCIAS DE FUTURO

Según Randstad, de cara al futuro las empresas demandarán cada vez mayor capacidad de gestión y organización, una alta polivalencia, hablar más de un idioma y tener ciertos conocimientos informáticos o tecnológicos. De hecho, la empresa ya ha detectado un incremento considerable en el número de alumnos este curso, con un 3% de incremento de los alumnos en las carreras universitarias y un 29% en el caso de los máster.

Y es que actualmente la mayoría de las ofertas de empleo exige algún tipo de titulación universitaria, por lo que "cada vez son más los profesionales que deciden continuar sus estudios para estar mejor preparados", especialmente a la vista de que "un nivel de cualificación alto es un factor determinante para acceder a un empleo y puede ayudar al candidato a diferenciarse en un momento de escasez de oferta de puestos como el actual".

De cara al futuro, las titulaciones de la rama técnica continuarán siendo las que más contratos registren, sobre todo porque los profesionales pueden acceder a un mayor abanico de oportunidades; mientras que las ciencias experimentales ofrecerán una demanda estable, aunque algunas titulaciones como Química, Biología o Ciencias Experimentales se desmarcarán por la aparición de nuevas profesiones.

Por su parte, las Ciencias Sociales irán ganando peso gracias a titulaciones como Ciencias Empresariales o ADE, mientras que las humanidades y ramas artísticas seguirán siendo las de menor empleabilidad por el gran desequilibrio existente entre los demandantes de empleo y las ofertas.