Alemania sube su previsión de crecimiento a un "cauteloso" y "dinámico" 2,6 por ciento

El pronóstico de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para este 2011 subió, de acuerdo a los cálculos gubernamentales difundidos hoy, un 0,3 por ciento respecto a las anteriores estimaciones, pero es aún dos décimas inferior al 2,8 por ciento calculado por los principales institutos económicos.

Para el próximo año, la estimación actual se sitúa en un 1,8 por ciento, asimismo un 0,2 por ciento por debajo de lo pronosticado por los expertos una semana atrás.

"Somos optimistas, aunque prudentes. En plena crisis, mostramos fortaleza, lo que no significa que demos por diluidos los peligros persistentes sobre la economía global", indicó Brüderle, quien mencionó entre éstos tanto los efectos de la catástrofe de Fukushima sobre Japón como el alza de los precios de las materias primas.

La expansión proseguirá, afirmó el ministro, pero el motor tradicional de la economía alemana, las exportaciones, no tendrá el vigor registrado el año pasado: del plus del 14,1 por ciento de 2009 se pasará un 7,5 por ciento este 2011 y a un 6,5 por ciento en 2012.

El desempleo seguirá descendiendo hasta situarse claramente por debajo de la barrera de los tres millones de personas sin trabajo, ya que se calcula para este 2011 una media de 2,9 millones de desempleados, que descenderá a 2,7 millones en 2012, frente a los 3,2 millones de 2010.

Asimismo, cuenta el equipo gubernamental que el déficit público se situará este año en el 2,5 por ciento del PIB, con lo que volverá a ceñirse a los mandatos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. En 2010 superó en tres décimas sus límites, al situarse en el 3,3 por ciento.

"Teniendo en cuenta que estuvimos sobre los cinco millones de desempleados, y en fecha no tan lejana, creo que hay motivos sobrados para sostener que la política de nuestra coalición genera empleo y estabiliza la economía", resumió Brüderle.

El ministro, del Partido Liberal (FDP), lanzó así una de sus habituales proclamas de optimismo económico de tinte electoralista, en favor de las filas de la coalición de centroderecha de la canciller federal, Angela Merkel.

La buena salud de la economía alemana no está en correspondencia con la de la alianza de gobierno de la canciller, a la que los sondeos no dan oportunidad alguna de reedición vista la precaria situación del FDP, al que las encuestas sitúan ahora por debajo del 5 por ciento mínimo para obtener escaños.

Brüderle, muy en esa dinámica de infundir optimismo, aprovechó la ocasión para tratar de erradicar la imagen de que solo la gran industria o la banca son los beneficiarios de tanta bonanza económica y afirmar que ésta será extrapolable al ciudadano de a pié.

La buena situación del mercado laboral se refleja en el bolsillo del ciudadano y, por extensión, dará impulso a lo que admite como "lastre tradicional" de la economía alemana, el consumo privado, al que vaticina para este año un crecimiento del 2,4 por ciento y del 1,9 por ciento en 2012.

El punto negro sobre la situación global es la inflación, que se prevé se sitúe este año en un 2,4 por ciento -"un nivel demasiado alto, derivado del alza de precios de las materias primas", dijo-.

Estima Brüderle, sin embargo, que para el siguiente año se logrará reducir el índice de la inflación a un algo más moderado 2 por ciento.

Así las cosas, es primordial, a juicio del ministro, seguir tanto en la senda de la consolidación presupuestaria como de la moderación salarial.