Deportista profesional y marino mercante son ya los únicos empleos que España ofrece en el extranjero

El catálogo, previsto por la Ley de Extranjería del año 2000 como un modo de 'ajustar' la inmigración a las necesidades del mercado de trabajo, se elabora trimestralmente con la información que las distintas provincias elevan al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) sobre las vacantes que no logran cubrir.

Al identificar determinados puestos como de "difícil cobertura" dentro del mercado nacional, se facilita además que el empleador tenga acceso a trabajadores que están en el extranjero y que, de otra forma, no podría contratar desde España.

En el año 2008 se llegaron a ofrecer hasta 200.000 empleos de este tipo al exterior, entre los que se podían encontrar puestos en áreas tan diversas como la medicina general, la ingeniería, la logopedia, el juego en casinos o la peluquería canina en casi cualquier rincón del territorio nacional.

En el tercer trimestre de 2014, ninguna comunidad autónoma ha pedido trabajadores, por lo que sólo resisten en el catálogo los dos grupos de empleos que se ofrecen por decisión de la Administración General del Estado: los relacionados con el deporte profesional, que pide trabajadores en general, sin límite numérico ni ubicación geográfica explícita, y con la marina mercante. En el último año, son los únicos puestos que se han ofrecido.

En el primer caso, las ofertas responden a un acuerdo del SEPE con la Secretaría de Estado para el Deporte y son para todo el país. Figuran puestos tanto para entrenadores deportivos como para deportistas profesionales, lo que facilita que el contratador, un club o una federación, por ejemplo, fiche a una persona nacional de un país que no pertenece a la Unión Europea.

En el segundo, los puestos se ofrecen por decisión de la Administración General del Estado por el "carácter estratégico y la especificidad" del sector de Marina Mercante para todas las provincias costeras más Lleida y Madrid. Se buscan desde cocineros, camareros y mayordomos de buque hasta caldereteros, engrasadores o frigoristas.

El volumen del catálogo de ocupaciones de difícil cobertura ha ido menguando a medida que avanzaba el paro en España. Tras el desplome experimentado en 2009, cuando la cifra cayó a 748 puestos, siguió en descenso: 303 en 2010, 300 en 2011, 82 en 2012 y 61 puestos ofertados el año pasado, según los datos oficiales recogidos en una respuesta parlamentaria a Amaiur a la que tuvo acceso Europa Press.