España no renuncia a la vía legal si no se resarce al 100% los daños por la crisis de pepino

La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, ha asegurado que el Gobierno "se reserva a todos los derechos" tras la conocida como 'crisis del pepino', derivada de la acusación "injusta" a los productos hortofrutícolas españoles de estar en el foco del brote de E. Coli en Alemania, y no renuncia a ninguna acción, incluida la posibilidad de acudir al "ámbito legal" si entiende que no se resarce al 100% el daño al sector.

Asimismo, ha señalado que se pedirá que las indemnizaciones previstas en el reglamento europeo por esta crisis cubran otras producciones, tanto de hortalizas como de fruta de temporada.

Aguilar ha comparecido ante la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Congreso, donde ha ofrecido un pormenorizado relato de las actuaciones "contundentes y firmes" llevadas a cabo por el Gobierno desde el primer momento junto a las comunidades y el sector que lograron que levantaran en seis días la alerta de Bruselas contra los productores españoles, que tuvo una "extrema gravedad" y repercusión para el sector.

210 MILLONES, "MANIFIESTAMENTE INSUFICIENTE".

La ministra ha remarcado que la cantidad fijada por Bruselas de 210 millones de euros es "manifiestamente insuficiente", así como el número de productos que recibirán compensaciones, ante lo que se ha acordado con el sector "ir reclamando lo que corresponde" e ir pidiendo el incremento de la cobertura y de las cantidades, que tendría efecto retroactivo desde el 26 de mayo, cuando la senadora de Hamburgo culpó a pepinos españoles del brote.

Aguilar ha asegurado que también se solicitará la aplicación de los reglamentos comunitarios en materia de promoción para desarrollar campañas que permitan normalizar los mercados y recuperar la confianza de los consumidores, como las que ya está llevando a cabo España en colaboración con los distribuidores.

Junto a esas iniciativas, ha indicado que se propondrá una simplificación de los trámites para la reclamación de ayudas por las pérdidas registradas, planteando un modelo unificado y simplificado de solicitud, para agilizar los cobros.

Aguilar ha defendido los mecanismos de gestión puestos en marcha por el Gobierno "con inmediatez, claridad y contundencia" y ha hecho hincapié en la coordinación entre los distintos departamentos ministeriales, los contactos con las autoridades alemanas, el intercambio de información y la colaboración con las comunidades autónomas y el sector productor.

ZAPATERO HABLA CON MERKEL Y RUSIA

También ha recordado la ministra las gestiones realizadas por España para abordar el tema en el Consejo Informal de Ministros de Agricultura celebrado en Hungría y, seguidamente, en el Consejo Extraordinario de la UE. "Lo que exigimos "desde el primer momento fue la necesidad de dar una solución europea a lo que era un problema europeo y al que tenía que responder la UE", ha incidido.

Aguilar ha remarcado que en la mañana del mismo 26 de mayo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que mantuvo contactos con la canciller alemana, Angela Merkel, y ha aprovechado su reciente visita a Rusia para pedir que este país levante el cierre de frontera a los productos europeos.

PSOE Y PP NEGOCIAN EN EL CONGRESO

El portavoz del PP, Ignasi Llorens, ha brindado a Aguilar su "respaldo negociador" ante la "debilidad diplomática" del Gobierno en Bruselas. "No nos podemos resignar a una tomadura de pelo como los 210 millones", ha incidido, explicando que el PP exigirá "compensaciones al 100%" de los daños a toda la producción hortofrutícola española, para lo que podría recurrirse a otros fondos europeos para la agricultura, con un importe global de 1.000 millones de euros.

Por su parte, el socialista Alejandro Alonso ha pedido "seriedad" al PP y que modifique la proposición no de ley que los 'populares' llevarán este martes al Pleno del Congreso y en la que ya reclama que la Comisión Europea ponga en marcha "medidas excepcionales" que permitan compensar el 100% de los daños producidos a los agricultores en los "seis días trágicos" durante los que Bruselas mantuvo la alerta contra los pepinos.