Soros: Alemania debe liderar políticas de crecimiento en Europa o abandonar el euro

Soros asegura en una entrevista con Reuters que Europa se enfrenta a una recesión prolongada y a un complicado final del proyecto unitario europeo si no se toman medidas para asumir parte de su deuda y para relajar las exigencias de austeridad impulsadas por Alemania.

"Alemania debería liderar políticas de crecimiento, una mayor unión política y un reparto de las cargas o abandonar la eurozona con un acuerdo amistoso", afirma.

Para Soros, una zona euro sin Alemania sería más competitiva en exportaciones y podría afrontar sus deudas con mayor flexibilidad con un euro más débil, liderado por Francia. De lo contrario, Alemania debería dar un paso al frente y aceptar su liderazgo 'de facto' y abandonar la oposición defendida por el Bundesbank a que se financie a los estados desde el Banco Central Europeo (BCE).

Berlín ha apoyado el nuevo programa del BCE de compra de bonos para rebajar los costes de financiación de los países europeos en dificultades, como España, algo que ha sido criticado por el banco central alemán.

Este plan "dará tiempo a Europa" pero, para Soros, lo que era deseable es un instrumento cercano a un eurobono, algo que no es aceptable para Alemania.

"En segundo lugar, es necesario que Europa sea capaz de crecer, necesita un plan de crecimiento, y, de nuevo, esto no es lo que Alemania está imponiendo a Europa", dice.

¿Se perderá una década?

Soros ve un paralelismo entre la situación actual y la crisis financiera de 1982, cuando los prestamistas protegieron el sistema bancario internacional con préstamos a los países deudores sólo suficientes para cubrir sus deudas, lo que les empujó a políticas de austeridad muy severas que dieron lugar a una depresión.

"Fue una década perdida para América Latina y algo muy similar está pasando ahora con la zona euro, donde Alemania está teniendo el mismo papel que tuvo el Fondo Monetario Internacional (FMI) en aquella ocasión", explica Soros.

"Estas políticas están empujando a Europa a una depresión que va a durar entre cinco y diez años", apunta, lo que contribuirá a ralentizar el crecimiento económico global.

"Creo que todo este proceso está reforzando la tendencia deflacionista global, lo que contribuye a que la economía de la propia Alemania se ralentice y dejará de crecer", asegura.