GoPro renuncia al mercado de drones y despedirá a más de 200 empleados como parte de un nuevo plan de negocio

Según ha informado el grupo en un documento preliminar sobre los resultados del cuarto trimestre de 2017, GoPro pretende entrar en el nuevo año con una hoja de ruta que, junto con un modelo de menores gastos operativos, considera que le devolverá hacia el crecimiento. "GoPro se compromete a cambiar su negocio en 2018", aseveró el fundador y consejero delegado del grupo, Nicholas Woodman.

De esta forma, GoPro realizará un enfoque más "preciso" de su negocio, algo que estima que le permitirá reducir los gastos operativos en 80 millones de dólares (66,8 millones de euros), lo que respecto al nivel de 2017, situará esta variable por debajo de los 400 millones de dólares (334 millones de euros) en 2018.

Este objetivo, según ha explicado GoPro, se conseguirá recortando su plantilla global desde los 1.254 empleados con lo que contaba a 30 de septiembre de 2017 hasta una cifra por debajo de los 1.000 empleados. Woodman ha asegurado también que reducirá su propia compensación en efectivo de 2018 a 1 dólar (0,83 euros).

Respecto al negocio de drones, GoPro ha indicado que el mercado aéreo es "extremadamente competitivo". Así, aunque ha asegurado que su dron 'Karma' alcanzó la segunda posición en el mercado, dejará de fabricar este tipo de productos, pues lo considera una línea de negocio "insostenible". También ha vinculado este entorno desafiante al marco regulatorio "hostil" sobre drones en Europa y en Estados Unidos.

El fabricante de cámaras digitales GoPro ha señalado que continuará ofreciendo servicio y soporte a los clientes del dron 'Karma' y seguirá vendiendo el inventario de este producto hasta fin de existencias.

Esta reestructuración, no obstante, dará como resultado un cargo total estimado de entre 23 y 33 millones de dólares (19 y 27,5 millones de euros), incluyendo aproximadamente alrededor de 13 y 18 millones de dólares (10,8 y 15 millones de euros) en concepto de costes de indemnización por despido y otros 10 a 15 millones de dólares (8 y 12,5 millones de euros) por otros cargos. Se prevé que estos costes se reconozcan en su mayoría en las cuentas financieras del primer trimestre de 2018.