El Gobierno nota un leve crecimiento, pero cree que "aún quedan meses duros"

En su comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados para analizar la coyuntura económica y exponer la reestructuración del sistema financiero, Campa aseguró que la perspectiva es positiva a medio plazo y consideró "realista" la previsión de subida de un 1,3 % del PIB para el conjunto del 2011.

Entre los motivos para la esperanza se refirió al "rápido" ajuste que está experimentando el sector de la construcción, que podría finalizar "casi por completo" este año, toda vez que las compraventas empiezan a superar el número de viviendas para la venta que se finalizan, y que los precios han caído un 23 %.

Este elemento no es el determinante para salir en condiciones óptimas de la crisis, ya que a diferencia de otras economías, que debían recuperar el modelo productivo anterior, la española tiene la dificultad añadida de dejar de depender principalmente de la vivienda y las infraestructuras, recordó Campa.

Para la "reasignación de trabajadores" entre sectores consideró "imprescindible" que la reforma de la negociación colectiva "se desarrolle cuanto antes" y confió en que los agentes sociales estén "a la altura para trasladar una reforma de calado".

En cuanto a otros indicadores coyunturales, resaltó que el consumo privado durante el primer trimestre "refleja una situación ligeramente más favorable que en la parte final de 2010", mientras se apunta un "avance sostenido" de la inversión en bienes de equipo.

"Pero sin lugar a dudas, el motor del crecimiento en la primera parte del año es la capacidad exportadora", dijo Campa, que adelantó que "parece que se va a mantener la senda" de crecimiento "muy notable" de 2010.

No obstante, advirtió de que el cuadro macroeconómico "no está exento de riesgos que añaden tensión a su cumplimiento final", entre los que destacó el encarecimiento de las materias primas, las tensiones geopolíticas del norte de África y el terremoto de Japón.

Se refirió asimismo a la subida de tipos de interés del Banco Central Europeo, que "puede afectar al crecimiento" español "de forma relativa, aunque limitada en el medio plazo".

En este contexto, reiteró que el riesgo para la sostenibilidad fiscal de España -que podría conducir en el peor escenario a un rescate europeo- es una inquietud "completamente infundada", dado el bajo nivel de deuda, y su estructura.

Durante su intervención, Campa también hizo referencia al proceso de reestructuración financiero y dijo que "es importante" que "acabe cuanto antes" y con un "elevado grado de captación de recursos en el mercado".

Según recordó, la mayoría de las entidades que necesitan elevar su capital para cumplir con las nuevas exigencias, ya han comenzado los preparativos para traspasar su negocio a un banco, bien para facilitar su salida al mercado o para acogerse a las ayudas del FROB.

En este sentido, explicó que el FROB entrará en las entidades "a precio de mercado" y que será el propio fondo quien elija a los consejeros que representen al Estado.

La función de estos consejeros es que se cumpla el plan de capitalización aprobado por el Banco de España, y, por consiguiente, Campa se mostró convencido de que su presencia será "positiva" para la captación de recursos del mercado.

Destacó que durante la reestructuración el FROB ha sido "un importante elemento dinamizador", y añadió que hasta este momento se han empleado 10.066 millones del fondo, de los que 9.674 corresponden a operaciones de integración, y otros 392 son de la intervenida Cajasur.

Por otro lado, habló del Fondo para la Adquisición de Activos Financieros (FAAF), y explicó que los ingresos cobrados por éste en concepto de intereses de las operaciones simultáneas y cupones de los valores adquiridos ascendían a finales de marzo a 1.348 millones, resultando un saldo de Tesorería de 1,4 millones.

Hasta la fecha se han realizado tres transferencias del fondo al Tesoro por 7.618,7 millones.