Gómez reconoce que la salida de la crisis será "más lenta" porque el sistema financiero está "afectado"

El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha reconocido que la salida de la crisis será más lenta que en los años 90, ya que España con el euro no puede realizar devaluaciones y su sistema financiero está "más afectado" que entonces, aunque cree que hablar de diez años para superarla es "mucho".

"Quizá diez años sean muchos, pero la salida va a ser más lenta porque no podemos devaluar y porque nuestro sistema financiero está más afectado como consecuencia de los excesos en el pasado", ha remarcado.

En declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, Gómez ha reconocido que está a favor del Pacto del Euro, pero ha abogado por alcanzar un consenso con la sociedad para que ésta conozca los pormenores del mismo, ya que no se puede imponer el pacto contra la ciudadanía.

"Es necesario que las sociedades asuman sus responsabilidades, explicar bien cuáles son nuestros retos de futuro y , en muchas ocasiones, saber que recetas drásticas impuestas por encima de la política y de las sociedades pueden surtir, como ocurre en Grecia, efectos contrarios", ha señalado.

ESPAÑA TIENE UN "DILEMA IMPORTANTE"

Preguntado por la situación de Grecia, Gómez ha subrayado que España tiene actualmente un "dilema importante" por su excesivo endeudamiento, a la vez que ha asegurado que los programas de ajuste como los que se quieren llevar a cabo en el país heleno dificultan el crecimiento, y esto impide la devolución de los créditos.

No obstante, ha remarcado que las dificultades de España quizá sean menores porque ha hecho "reformas importantes". Asimismo, ha insistido que aunque Italia y Bélgica también tienen problemas de deuda, son "inferiores" porque su endeudamiento privado es menor.

Por todo ello, ha asegurado que no es que éstos países tengan mercados de trabajo más flexibles, sino que el mercado español ha sido afectado por la crisis inmobiliaria, por lo que ha apostado por realizar reformas como moderar los salarios y aumentar la competitividad, pero con un grado de seguridad de los trabajadores.

"Me gusta decir que miramos a Alemania con el ojo de la competitividad pero tiene un grado de participación de los trabajadores en las empresas mayor que el español", ha concluido.