Implicar a las comunidades autónomas puede hacer doblar la actual ayuda del Plan Integral de Automoción

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, presidió hoy la reunión de la Conferencia Sectorial de Industria en la que el Gobierno central y las administraciones autonómicas se han comprometido a crear un grupo de trabajo de la industria automovilística española para elaborar un plan que integre las actuaciones relativas al sector.

Tras la reunión, el consejero de Innovación, Universidades y Empresa de la Generalitat de Cataluña, Josep Huguet, fue el que destapó la posibilidad de elevar hasta 8.000 millones de euros la dotación económica del PIA con el concurso de esta administración territorial.

Además, las actuaciones en materia laboral están todavía por evaluar, con lo que no se incluyen en el montante total de los 4.070 millones.

Sebastián comunicó a los consejeros autonómicos de Industria que su departamento ha recibido 413 solicitudes presentadas por empresas de trece autonomías para optar a las ayudas de 800 millones de euros previstas en el Plan de Competitividad de la Automoción, inscrito en el PIA.

Los proyectos de inversión presentados por las empresas para optar a estas ayudas ascienden a 4.109,7 millones para el actual ejercicio, por lo que el montante de las ayudas administrativas recogido en el Plan de Competitividad representa el 19,5% del total de inversiones presentadas.

Por Comunidades Autónomas, Cataluña con 107 iniciativas e inversiones por 1.080,6 millones de euros (el 26,3% del total) destaca por encima del resto de territorios.

No obstante, la Comisión Europea aclarará mañana a los países miembros cómo pueden repartir las ayudas al sector automovilístico para que no contravengan la legislación comunitaria.

Bruselas solicitó a Francia información sobre los 6.000 millones de euros que, en forma de créditos blandos, ha otorgado a los principales fabricantes galos y ha hecho lo propio con España en lo relativo a los contenidos del PIA.

La UE se enfrenta al doble dilema de intentar salvar un sector fundamental para Europa y preservar el empleo que garantice la paz social, pero al mismo tiempo debe preservar la uniformidad del mercado único y evitar que los intereses nacionales se impongan sobre los comunitarios.

De momento y, como primer signo de la crisis del automóvil europeo, todos los sindicatos de Opel en Europa han convocado una manifestación el próximo jueves en favor de una solución de futuro sin la matriz estadounidense General Motors, amenazada de insolvencia.

Los representantes sindicales de la marca alemana señalaron que con esta reclamación unitaria "queremos expresar nuestro apoyo a una empresa independiente Opel/Vauxhall y para una solución aparte del problema Saab", la marca sueca del grupo que el pasado viernes presentó una declaración de insolvencia equivalente a la situación en España de una suspensión de pagos.

La crisis del sector automovilístico en España se centró en la actividad de la distribución, pues el presidente de la patronal de concesionarios (Faconauto), Antonio Romero Haupold, calificó la coyuntura actual para este negocio de "dramática", ante la fuerte caída de las ventas de coches en los últimos meses.

Romero aportó como argumentos que ya se han perdido 10.000 empleos en esta actividad y que se está en vías de perder otros 20.000 y de soportar un excedente de 450.000 coches que genera unos costes en seguros para el mantenimiento de este inmovilizado de 28.500 millones de euros.

Los directivos de esta patronal reiteraron que la situación se agrava con las demoras del Gobierno en la aprobación de la Ley de Distribución y con las condiciones que imponen los fabricantes a los concesionario en la adjudicación de producto.EFE