Kenneth Lewis deja la presidencia del Consejo de Administración de Bank of America

Walter Massey asumirá ese puesto, en tanto que Lewis se mantiene como presidente y consejero delegado del banco con el apoyo unánime del Consejo de Administración, precisó esta entidad, que tiene su sede en Charlotte (Carolina del Norte).

La propuesta que presentó un grupo de accionistas para cambiar los estatutos de la entidad y colocar al frente del Consejo a una persona independiente fue aprobada con un 50,34% de los votos a favor y un 49,66% en contra.

Los 18 miembros que componen el Consejo fueron elegidos por un amplio margen de votos a favor, incluido Lewis, aseguró la entidad en un comunicado de prensa.

Massey es presidente emérito del Colegio Universitario Morehouse, ubicado en Atlanta (Georgia), y también forma parte del Consejo de Administración de McDonald's, después de haber ocupado puestos similares en Delta Airlines, Motorola y Bristish Petroleum (BP), entre otros numerosos cargos.

Durante la junta de accionistas Lewis, que ocupa la dirección ejecutiva desde 2001, se mostró confiado en los efectos beneficiosos de la adquisición del banco de inversión Merrill Lynch y de la hipotecaria Countrywide para lograr un crecimiento rentable a largo plazo, a pesar de la difícil situación económica.

"Sigo creyendo que hemos edificado la mejor entidad financiera del sector y que nuestros resultados en el largo plazo confirmarán eso", subrayó Lewis.

El consejero delegado reconoció que 2008 "fue un año muy difícil" para la economía, el sector financiero y el banco.

El director ejecutivo financiero, Joe Price, manifestó a los accionistas que esas y otras adquisiciones, junto a la reducción de costes, hacen que la entidad esté en disposición de generar un beneficio neto anual de alrededor de 30.000 millones de dólares en condiciones económicas más normales.

Algunos accionistas airearon durante la junta su disgusto con la adquisición de Merrill Lynch en plena crisis financiera, una operación que es además investigada por el fiscal de Nueva York, Andrew Cuomo, y que llevó a Bank of America a recibir 20.000 millones de dólares de las arcas públicas, adicionales a los 25.000 millones que ya había conseguido, para facilitar la adquisición.