La OCDE constata un debilitamiento del crecimiento en la mayoría de las principales economías mundiales

El indicador global, diseñado para anticipar los puntos de inflexión de la tendencia de la actividad económica, ha descendido en agosto una décima en comparación con el mes anterior, hasta los 100,1 puntos, después de dos meses estable en los 100,2 puntos.

En concreto, la OCDE incide en que los indicadores tanto de la eurozona (donde el indicador pasó desde los 99,5 puntos hasta los 99,4 puntos), como de Italia (donde bajó desde los 98,9 puntos a los 98,8 enteros), Francia (donde descendió una décima hasta los 99,5 puntos) y Alemania (donde cayó desde los 99,1 puntos a los 98,9 enteros), apuntan un "continuado débil crecimiento".

Para Estados Unidos (que desciende desde los 100,6 puntos hasta los 100,5 puntos) y Japón (desde los 100,4 puntos hasta los 100,3 puntos), los indicadores mostraron señales de un "crecimiento moderado", mientras que en el caso de Canadá (donde se mantiene estable en los 99,6 enteros) vuelve a apuntar un crecimiento débil.

Por otro lado, los indicadores de China (estable en los 99,4 puntos) apuntan a un suave crecimiento, pero están surgiendo "señales provisionales de que el reciente deterioro en la perspectiva en el corto plazo podría haberse estabilizado". En el caso de India (donde baja de los 97,6 puntos a los 97,5 puntos) y Rusia (donde ha caído desde los 99,1 puntos hasta los 98,8 puntos) siguen apuntando a un "débil crecimiento".

Asimismo, la organización señala que la subida del dato desde los 100 puntos a los 100,1 puntos en Reino Unido y desde los 99,3 puntos a los 99,5 enteros en Brasil sigue apuntando "una recuperación en el crecimiento".

En el caso de España, el indicador compuesto se situó en agosto por cuarto mes consecutivo en 100,77 enteros. De esta manera, se sitúa en línea con la media del conjunto de los países de la OCDE, pero por encima del indicador de la eurozona.