El PSOE reta a Escolano a debatir en el Congreso la postura española en la UE tras no incluir los eurobonos

Así figura en la interpelación registrada por los socialistas en la Cámara Baja, a la que ha tenido acceso Europa Press, y con la que el PSOE quiere pedir explicaciones al ministro, pues considera "un jarro de agua fría" esta posición "para las aspiraciones de hacer más y mejor Europa".

Tras conocer la semana pasada esta posición, la portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles, acusó a Escolano de dejar a la economía y ciudadanía española en "una situación de riesgo" en caso de futuras crisis "en favor de países como Alemania".

Robles llegó a acusar a Escolano de "dejar a España desarmada ante la UE" y criticó que adoptara esta posición "sin contar con el Parlamento". "El Gobierno se olvida de que no tiene mayoría parlamentaria y que le importa muy poco la situación de los ciudadanos", espetó.

"UNA PROPUESTA MENOS AMBICIOSA QUE LA DE LA COMISIÓN"

Tal y como señalan en el texto de su interpelación, el PSOE cree que la propuesta del Gobierno, que consideran "de mínimos", "resulta excesivamente alejada de aspiraciones de solidaridad" y lamentan que es incluso "menos ambiciosa que la elaborada por la propia Comisión".

"Renuncia a alcanzar gradualmente la Unión Fiscal, con un ministro de Finanzas común, la posibilidad de un Fondo Monetario Europeo, la armonización tributaria, un seguro de desempleo europeo y de activar los eurobonos", subrayan.

El Gobierno, por su parte, aseguró, tras publicarse esta propuesta, que en ningún caso había renunciado a la posibilidad de emitir deuda europea conjunta, sino que enmarcaba la ausencia de este instrumento en la importancia de avanzar primero en el acuerdo para la unión bancaria y, tras ello, abordar los eurobonos en una fase posterior.

El debate parlamentario ya había sido exigido por el PSOE, que el pasado mes de marzo registró ante la Cámara Baja una proposición no de ley en la que defendía la necesidad de discutir las prioridades españolas en el proceso de reformas de la Unión Europea y poder definir las mismas en el Congreso.

Entre sus propuestas, los socialistas reclamaban una nueva arquitectura financiera, un seguro de paro común y alimentar con recursos propios al menos la mitad del presupuesto. Respecto a los eurobonos, el PSOE daba por hecha su aprobación en el futuro y pedía que hasta entonces se rechazara cualquier iniciativa que cuestionara la solvencia o nivel riesgo de los bonos soberanos, o un endurecimiento de sus condiciones para mantenerlos en los balances bancarios.