Asimismo, publicó que la mayor parte de la fuerza de trabajo se perderá de la sede de la compañía en Hannover y en las centrales de Baviera, Baja Sajonia y Scheleswig-Holstein.
La empresa propuso un pacto de despidos a los trabajadores con el que buscaba ahorrar costes que fue rechazado y que, el portavoz de PreussenElektra, Volker Raffel, calificó de "lamentable". La filial atómica se encuentra ahora a la espera de nuevas propuestas por parte de los sindicatos.