Prosol facturó el pasado año 58,5 millones y logró un beneficio neto de 2,9 millones

A pesar del contexto de estos últimos meses, la compañía logró reforzar su eficiencia y productividad, consiguiendo, con ello, alcanzar un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 7,8 millones de euros en 2012, un 19% más que en 2011, y un beneficio después de impuestos de 2,9 millones de euros.

Además, la empresa productos solubles incrementó en el año 2012 su plantilla en nueve personas, hasta las 173 al cierre del ejercicio.

El pasado ejercicio, Prosol mantuvo su ritmo inversor para seguir reforzando la eficiencia y adaptarse a las necesidades de los mercados y el pasado año destinó más de 5 millones de euros a I+D+i, tanto para innovar y optimizar sus líneas de fabricación como para lanzar sus cápsulas compatibles, a lo que hay que sumar las tres personas que se han incorporado a los equipos de Innovación.

En total, en los equipos de I+D de producto y tecnología, pilares diferenciales y palancas de crecimiento de la compañía, trabaja el 4% de la plantilla.

Prosol creció en el mercado nacional durante estos doce meses un 7% gracias a la colaboración que mantiene con Mercadona, compañía de la que es interproveedora y con la que comparte, desde hace más de diez años, una estrategia de negocio basada en la "calidad total".

Paralelamente, la compañía también reforzó su negocio exportador, otro de sus pilares de crecimiento y que, en 2012, representó el 60% de su producción.

La consejera delegada de Prosol, Rocío Hervella, reconoció que "2012 ha sido un año en el que la compañía se ha centrado, especialmente, en reforzar su eficiencia, productividad y competitividad".

"Gracias a ello, y a pesar del contexto, hemos conseguido crecer por encima del mercado, acelerar nuestra penetración en los mercados en los que tenemos presencia y abordar nuevas oportunidades de crecimiento", precisó Hervella, quien considera que "la clave" de los resultados alcanzados es el modelo de negocio y de una estrategia "basada en la eficiencia, flexibilidad e innovación", además de la "cultura del esfuerzo".