S&P afirma que la actividad económica podría ralentizarse si se prolonga la incertidumbre política

La agencia de calificación crediticia Standard and Poor's (S&P) afirma que la actividad económica española podría resentirse si se prolonga la incertidumbre política y se constituye un Gobierno que no sea capaz de llegar a acuerdos o se plantea un escenario de nuevas elecciones.

En su informe de perspectivas para la banca en el ejercicio 2016, S&P destaca que el sistema financiero español se está recuperando gracias a la mejora de la economía que, según sus previsiones, crecerá un 2,7% en 2016 y un 2,4% en 2017.

Sin embargo, alerta de que la incertidumbre política se convierte en un factor de riesgo, ya que un mes después de las elecciones generales que dieron como resultado un Parlamento altamente fragmentado no hay Gobierno ni se conoce qué partido será capaz de conformarlo.

"Esto crea incertidumbre", ha señalado la directora de Instituciones Financieras de S&P, Elena Iparraguirre, quien ha señalado que los indicadores de confianza de las empresas ya comenzaron a caer en diciembre.

Además, afirma que a día de hoy los inversores "no están nerviosos", puesto que la situación es de incertidumbre. En cualquier caso, son conscientes que el resultado de los comicios del 20 de diciembre implica un acuerdo para formar Gobierno, lo que obligará a buscar puntos de encuentro.

Iparraguirre insiste en que si esta panorama se prolonga, bien porque se conforme un Gobierno inestable, bien por una nueva convocatoria de elecciones, "podría pesar sobre el ánimo inversor".

SIN GOBIERNO HASTA EL TERCER TRIMESTRE

En el caso de que se celebre un nuevo proceso electoral no habría Gobierno hasta el tercer trimestre del año y en el supuesto de que se constituya un Gobierno inestable, no habría manera de sacar adelante las reformas que se necesitan. S&P recuerda que España todavía tiene un alto nivel de desempleo y elevada deuda externa.

Sobre la entrada de Podemos en el Gobierno, la experta recuerda que cualquier Ejecutivo va a necesitar de pactos para sacar adelante las políticas. Por el momento, insta a esperar para conocer los avances en materia fiscal y económica, aunque su escenario base es que no haya grandes cambios.

Este contexto político nacional ha desplazado la cuestión catalana a un segundo plano, pese a marcar las agendas en 2015. S&P insiste en que la región continuará formando parte de España y no descarta que los inversores retomen el tema si continúan las tensiones.