Salgado elude la confrontación política e insiste en que combatirá la crisis

En su primera sesión de control de la Cámara Baja como responsable económica, Salgado tuvo que responder a cuatro preguntas de la oposición, tres de ellas del PP.

Sólo cuando tuvo que replicar a Cristóbal Montoro la ministra entró en el debate político, al reprochar al PP sus continuas críticas a las revisiones de las previsiones macroeconómicas cuando este partido, dijo, aseguraba en su programa electoral de 2008 que la economía crecería este año el 3 por ciento y el 3,6 por ciento el que viene.

Desde entonces los populares no han vuelto a hacer previsiones económicas, dijo Salgado, quien no obstante admitió que los últimos cálculos del Banco de España, que habla de una caída de la economía del 3 por ciento y del 1 por ciento en 2010, se han hecho con la información "disponible hasta el momento".

Reconoció en este sentido que todas las instituciones internacionales han tenido que revisar "desgraciadamente a la baja" sus cálculos, debido al empeoramiento de la crisis.

De dicha crisis, reconoció por una parte que en España tiene sus peores consecuencias en el desempleo, aunque insistió en que se trata de una coyuntura internacional, y el Gobierno español la está afrontando con medidas acordes tanto con lo comprometido en el G20 como con el Plan de recuperación europeo.

Por otro lado, y en respuesta a una pregunta del diputado del PP Álvaro Nadal sobre el sistema financiero, Salgado explicó que la crisis internacional ha tenido efectos "devastadores" a los que el sistema financiero español no se ha mostrado "inmune" pero se ha defendido "bastante bien", gracias sobre todo a la labor de supervisión del Banco de España.

También explicó que entre las prioridades del Gobierno está trabajar en pro de la recuperación de la confianza perdida como mejorar el acceso al crédito tanto para las familias como para las empresas, para lo cual trabajan ya de manera coordinada el Ejecutivo, el regulador bancario y las propias entidades financieras.

Pese a no querer responde a las críticas políticas, Salgado recibió muchas, sobre todo por parte del PP.

Cristóbal Montoro le advirtió de que toma el relevo de Economía "sobre las cenizas de un fracaso" y ante la recesión "más grave" de la historia de España, además de pedirle que "aterrice sobre la realidad" y muestre "lealtad" con los ciudadanos, que piden en su opinión un cambio en la política económica del Ejecutivo.

Por su parte, Pedro Azpiazu señaló que el "gran problema" que afronta Salgado es la "falta de credibilidad" y la "debilidad parlamentaria" del Gobierno, y por eso le pidió que busque consensos con los agentes sociales y con los grupos políticos, además de que impulse las reformas estructurales que hasta ahora este Ejecutivo "débil y autista" no ha querido asumir.