Unespa advierte de que la recuperación del sector seguros "se va a hacer esperar todavía"

La presidenta de la patronal del seguro Unespa, Pilar González de Frutos, ha advertido este lunes de que la recuperación del sector "se va a hacer esperar todavía" un tiempo, aunque ha dicho que, a la vista de los datos de septiembre, se observa una tendencia hacia la recuperación en todos los ramos.

Durante la apertura del XXI Encuentro del sector asegurador, organizado por ABC, Mapfre y Deloitte, González de Frutos ha adelantado que los seguros de no vida están iniciando la senda de la recuperación tras la crisis, mientras que el de vida "es una máquina a la que se podría echar muchísimo más combustible del que se le echa".

A su juicio, el sector seguros sale de la crisis con un modelo de fidelización solvente y su rentabilidad estable. Sin embargo, no ha podido conservar la capacidad de crear empleo fijo. "No cabe esperar que sea un sector de los que primero respondan a la animación del mercado laboral", ha apuntado.

AHORRO

A lo largo de su intervención, la presidenta de Unespa ha destacado que la extendida idea de que en España no se ahorra es "absolutamente falsa" y ha destacado que el sector debe hacer "mucho más en esta materia". No obstante, ha señalado que la riqueza financiera del ciudadano español no avanza y que los ciudadanos que pueden ahorrar son "una minoría".

En este sentido, ha explicado que, a diferencia de lo que ocurre en España, en países como Dinamarca o Suecia todos los trabajadores aportan al segundo pilar. "La inexistencia de nuestro segundo pilar hace que lo que, como media, está haciendo el trabajador español para procurarse una renta complementaria en la jubilación no resista la comparación con otros países", ha añadido.

González de Frutos se ha quejado de que actualmente parece que el principal debate sobre el ahorro previsión está en si es lícito o no que haya un lucro para empresas privadas a base de gestionar las masas de ahorro, algo que, a su entender, pone en juego el bienestar de todos.

Así, ha precisado que mientras los holandeses, daneses y alemanes van a tener pensiones complementarias de capitalización dentro de veinte o treinta años, los españoles no, lo que quiere decir que ellos tendrán más capacidad de consumo y un diferencial de competitividad a su favor.

"No nos quejemos de que en los tiempos que vendrán en los que no menos de una cuarta parte del consumo agregado de nuestra economía deba porvenir de personas mayores de 65 años que no tendrán recursos para consumir resulte que no somos competitivos porque nuestra economía no tira a causa de este agujero en la capacidad de gasto", ha advertido.

RETOS DE FUTURO

Tras esta amplia visión del sector, la presidenta de la patronal ha mencionado los retos a los que se enfrenta en el futuro, entre los que ha citado la implantación de Solvencia II, la reforma del baremo y el ahorro.

En este punto, se ha mostrado crítica con la reforma fiscal emprendida por el Gobierno, un texto que considera "incompleto". "A esta última reforma fiscal le ha faltado algo de sensibilidad hacia el concepto de proceso continuado de ahorro, de diferimiento de rentas en el tiempo", ha dicho.

González de Frutos ha destacado que la patronal echa en falta una mayor apuesta por la previsión social complementaria en la reforma fiscal. También ha recordado que el sector había pedido al Gobierno un "especial énfasis" en la mejora de la tributación de las rentas vitalicias. "Defendemos que la mejor vía de hacer líquidas las pensiones complementarias es en forma de renta vitalicia", ha apostillado.

Antes de la intervención de la presidenta de Unespa, el vicepresidente ejecutivo de Mapfre España, Francisco Marco Orenes, ha mencionado que el sector debe afrontar en el futuro la revolución digital, los cambios que se han producido en la forma de comprar y el aumento de la siniestralidad, especialmente en autos.

Desde su punto de vista, el sector va a tener que desarrollar productos más sencillos, adaptados a las nuevas tecnologías y a los nuevos tipos de comprador, ya que, tras la crisis, se distinguen tres perfiles: el de la persona que puede pagar un seguro, el del usuario que no puede hacer frente a sus gastos y el que pudiendo pagar, no quiere.