Vigilia de los taxistas en el Paseo de la Castellana, preámbulo de la séptima jornada de huelga

Unos 2.000 taxis mantuvieron desde las 23 horas de este domingo cortado el paseo de la Castellana, entre la glorieta de Gregorio Marañón y la plaza de Colón después de que llegaran desde Ifema, donde mantenían su "centro de operaciones", hasta este punto de la capital.

La vigilia bajo el frío de la madrugada fue el preámbulo de los siete días de huelga y movilizaciones bajo la voluntad de "guardar fuerzas". "Pero no nos van a echar de aquí", han asegurado desde las asociaciones del taxi.

Los taxistas mantienen cortados los cuatro carriles de la Castellana entre estos dos puntos --en la misma plaza de Colón está situada la tienda de campaña con los ocho compañeros que empezaron una huelga de hambre el pasado viernes en el recinto ferial, aunque dejaron un carril de acceso para emergencias y los cruces con el resto de vías también están despejados. De hecho, es donde se sitúa la Policía, para controlar que no haya problemas. Se trata de una manifestación que no cuenta con la autorización pertinente de la Delegación de Gobierno.

Este domingo se reunía la Jefatura Superior de Policía de Madrid y la Policía Municipal para conocer la situación del conflicto de los taxistas y especialmente de su asentamiento en el Paseo de la Castellana, donde se ha ubicado el epicentro de las protestas.