Villalobos tacha de "estupidez" acusar al PP de connivencia con el Franquismo y desea que desaparezca la extrema derecha

En declaraciones a los medios tras una visita por las obras de rehabilitación de la Cámara Baja, Villalobos ha afirmado que es "una estupidez, una mentira y una falta de verdad absoluta" vincular al partido mayoritario con movimientos ultras o con declaraciones fascistas.

"Es como cuando ves a algún miembro de algún partido --que los hay, en mi provincia los hay abundantes-- que tienen manifestaciones que no tienen nada que ver con el sistema democrático, que se entiende que es esa persona la que lo hace", ha señalado la diputada andaluza, afirmando a renglón seguido que su partido "ni tiene connivencia con ningún sector de ultraderecha ni ha apoyado" a ese tipo de movimientos "ni nada que se le parece".

SEGUIR APLICÁNDOLES LA LEY

De hecho, la vicepresidenta de la Cámara ha expresado su deseo de que a las personas vinculadas con movimientos predemocráticos "se les siga aplicando la ley como se está haciendo" y ha instado a la sociedad española a "convencer a los jóvenes de que ése no es el camino, de que es el peor camino que pueden tomar".

"Ojalá desapareciera de una vez, que es lo que tenía que pasar", ha añadido en referencia a estos grupúsculos ultra, y ha criticado a quienes lanzan este tipo de acusaciones contra el PP de tener "ganas de liar la gaita". "Cuando ven que la economía va bien pues a ver de qué hablamos, de la extrema derecha", ha zanjado.

Y es que durante la concentración de víctimas de la dictadura y representantes de las asociaciones reunidas en la Plataforma por la Comisión de la Verdad que ha tenido lugar este jueves frente al Congreso, la diputada socialista Ángeles Álvarez ha denunciado la "laxitud" del Gobierno frente a los grupos violentos de extrema derecha y ha apelado al PP a que censure actuaciones ultras dentro de sus propias filas.

En el mismo sentido, la portavoz parlamentaria del BNG, Olaia Fernández Davila, ha cargado contra el Partido Popular por permitir actitudes como la un alcalde lucense que afirmó que los condenados a muerte se lo merecían.