Wall Street no cayó al abismo pese al deterioro del empleo en EE.UU.

El selectivo S&P 500 ganó el 1,82% y el índice compuesto del mercado Nasdaq ascendió el 1,5%.

La evolución del mercado laboral estadounidense al inicio de la segunda mitad del año acaparó la atención de los inversores durante la semana, por la repercusión que tiene en los resultados de las empresas y en el nivel de consumo, algo de lo que dependen el 70% de la actividad en este país.

Los datos que se difundieron en estos días agudizaron la impresión de que las empresas se muestran aún remisas a acelerar la contratación, lo que aviva la preocupación en torno al ritmo de avance de la economía durante la segunda mitad de este año.

Los cálculos de empleo que difundió el miércoles la empresa de procesamiento de nóminas Automatic Data Proecessing (ADP) reflejaron una creación de 42.000 empleos en julio en el sector privado, más del doble que el mes anterior, aunque se considera una mejoría aun modesta.

Algo similar ocurrió con otros cálculos que difundió el Departamento de Trabajo este viernes, que indicaron un incremento de 71.000 empleos en el sector privado en julio, una cifra también inferior a lo que preveían algunos economistas.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, se congratuló no obstante del avance en la contratación por parte del sector privado que se ha percibido en los últimos siete meses, aunque afirmó que las familias y las empresas necesitan un progreso "más rápido".

Otros datos oficiales divulgados este viernes mostraron que la economía estadounidense, incluido el sector público, tuvo una perdida neta de 131.000 empleos el mes pasado, debido en parte a la terminación de contratos eventuales para realizar el censo de 2010, después de perderse 221.000 empleos en junio.

La tasa de paro en EE.UU. no varió en julio y permanece en el 9,5%, frente a un alza de una décima que se preveía.

A pesar de esos datos, los descensos en el mercado bursátil neoyorquino fueron hoy finalmente mucho más benévolos de lo que se vislumbraba durante gran parte de la sesión, en la que el Dow llegó a perder hasta 160 puntos.

Ese indicador perdió al cierre tan sólo un 0,2% (-21,42 puntos) y concluyó en 10.653,56 unidades, al tiempo que el selectivo S&P 500 retrocedió el 0,37% (-4,17 puntos), a 1.121,64 enteros.

El índice del mercado Nasdaq bajó un 0,2% (-4,59 puntos) y finalizó a 2.288,47 unidades.

El banco JPMorgan Chase (-2,01%) lideró el grupo de empresas en el Dow que registraron descensos, seguido de Exxon Mobil (-1,18%), la química DuPont (-0,82%), IBM y la aseguradora Travelers, que bajaron el 0,79% en cada caso, entre otras.

Once de los treinta componentes de ese índice terminaron la sesión en positivo y a la cabeza de ese grupo se situó Kraft (2,36%), que presentó cuentas el jueves que reflejaron una ganancia en el último trimestre superior a la que se preveía.

Durante la semana se conoció además que la actividad en el sector manufacturero de EE.UU. creció en julio aunque a menor ritmo que el mes anterior, en tanto que el de los servicios avanzó el pasado mes con más empuje que en el anterior, según cálculos del Instituto de Gestión de Suministros (ISM).

La divisa estadounidense se depreció ante el euro y por esa moneda europea se pagaban 1,3293 dólares, frente a los 1,3191 dólares el jueves y a los 1.3033 dólares que se conseguían hace una semana.

En Europa, las Bolsas de Londres (-0,62%), París (-1,28%), Fráncfort (-1,17%), Milán (-1,03%) y Madrid (-1,74%), entre otras, tuvieron una jornada más desfavorable que la neoyorquina.

Esta última sesión de la semana fue sin embargo positiva en algunos mercado asiáticos, incluidos el de Shangai (1,44%), Hong-Kong (0,59%) y Taiwan (0,33%), en tanto que el de Tokio bajó el 0,12%.

En el caso de América Latina, las bolsas de Sao Paulo (-0,46%), Buenos Aires (-0,3%) y Bogotá (-1,3%) cerraron con pérdidas, en tanto que las de México (0,03%) y Caracas (1,36%) tuvo una sesión favorable.