El plan de contingencia de Petrobras evita que la huelga paralice su producción

La mayor empresa de Brasil, en un comunicado divulgado al final del día para hacer un balance de la huelga, garantizó que su plan de contingencia evitó cualquier paralización en la producción y que no hay ningún riesgo de desabastecimiento de combustibles en el país.

"La operación de todas las unidades fue mantenida desde el inicio del movimiento. En las unidades en donde no hubo cambio de turno, los equipos de contingencia fueron accionados y asumieron las operaciones", aseguró la empresa en su nota.

Según la empresa, la huelga no afectó ni la producción ni la seguridad de sus operaciones o de los empleados.

La petrolera evitó la paralización con un plan de contingencia en las plataformas marítimas y campos terrestres en los que los empleados en huelga se negaron a sustituir a quienes terminaban sus turnos.

Desde el inicio de la movilización, en demanda de mejoras laborales, la empresa se hizo con el control de los pozos de la cuenca de Campos, rica región petrolera frente al litoral de Río de Janeiro, reconoció la Federación Única de los Petroleros (FUP).

En dicha cuenca tiene origen el 80 por ciento de la producción de la compañía, que asciende a casi dos millones de barriles por día.

En su balance sobre la huelga, Petrobras informó que los empleados de 12 de las 40 plataformas en la cuenca de Campos se adhirieron a la huelga, pero que las unidades están siendo operadas por los equipos de contingencia.

Según la FUP, que aglutina a la mayoría de los sindicatos del sector, para evitar la paralización de la producción en esta cuenca, la empresa "coaccionó" a los trabajadores y los aisló cortando las líneas telefónicas y de Internet.

Los sindicatos llegaron a asegurar que habían conseguido parar la producción en la plataforma P-34, en el campo de Jubarte, en la cuenca de Espíritu Santo, que es emblemática por ser la primera que está explotando los gigantescos yacimientos de crudo encontrados en 2007 a una profundidad de 7.000 metros bajo las aguas del Atlántico.

No obstante, la FUP reconoció que también perdió el control en esta cuenca, en favor de los equipos de contingencia de la compañía, aunque aseguró que ha logrado detener la producción en diversos pozos en los estados de Bahía, Amazonas, Pernambuco, Sao Paulo y Río Grande do Norte.

"En ningún momento se paró la producción en la P-34. De los 47 terminales responsables por la entrega de los productos, 25 no se sumaron a la huelga y toda la producción fue entregada", aseguró Petrobras.

"La producción de derivados no fue afectada en ninguna de las 11 refinerías. Algunas de ellas se adhirieron parcialmente a la huelga pero operaron con equipos propios o equipos de contingencia", agregó la empresa.

La FUP denunció que la empresa ha colocado en riesgo la seguridad de las unidades al utilizar equipos de contingencia formados con personas "que no tienen capacidad de operación", como gerentes, coordinadores y supervisores.

La huelga se mantendrá hasta el próximo viernes y se podría alargar más si no se alcanza un acuerdo entre las partes.

Los sindicatos reclaman que este año se ha disminuido en un 1,34 por ciento la participación de los trabajadores en los beneficios de la empresa, que en 2008 crecieron un 58 por ciento, hasta la cifra récord de 33.915 millones de reales (unos 15.075 millones de dólares).

Entre otras exigencias, se pide que se garanticen los puestos de trabajo y el pago de las horas extra y, además, que se mejoren las medidas de seguridad y se reduzca la precariedad, con medidas como la disminución de puestos subcontratados.

Desde el año 2000, perdieron la vida 134 trabajadores de empresas que prestan servicios a Petrobras, según los datos de los sindicatos.