El 87% de las empresas prevé desinvertir en los próximos años motivadas por los cambios digitales, según EY

La mitad de estas compañías prevé llevar a cabo una desinversión con el fin de destinar los ingresos obtenidos a la financiación de nueva tecnología, y, con ello, mejorar la eficiencia operativa y hacer frente a los cambios en las necesidades de los clientes.

En esta línea, las empresas que desinvierten para centrarse en los activos más rentables y en las ventajas competitivas de las nuevas tecnologías tienen hasta un 21% más de probabilidades de lograr un precio de venta por encima de las expectativas que las desinversiones oportunistas.

Asimismo, las empresas que orientan los ingresos a la tecnología tienen un 48% más de opciones de lograr un múltiplo de valoración mayor en el negocio restante que las ventas realizadas solo con fines oportunistas.

El estudio también pone de manifiesto que el 62% de las compañías asegura que el riesgo macroeconómico y geopolítico está impulsando sus decisiones de desinversión. Entre ellos, las leyes laborales o de inmigración fueron los factores más importantes en materia geopolítica para el 86% de ellos, seguidos de los cambios en política fiscal, para el 80%, de acuerdos comerciales transfronterizos, para el 62%, y del Brexit, para el 42%.

El 47% de los ejecutivos preguntados por EY aseguraron que revisan la cartera una par de veces al año, aunque un 56% reconoció haberse aferrado a determinados activos durante "demasiado tiempo".

Según el socio del área de Transacciones de la consultora, Sergio Rufino, el uso de las tecnologías permite, entre otras cosas, "hacer un seguimiento más completo de la cartera, examinar el potencial del mercado, comprobar qué es lo que opinan los clientes sobre la empresa a desinvertir y optimizar la decisión de una desinversión".