La estampida del mercado de las materias primas hace temblar a Wall Street

El Dow Jones de Industriales, la principal referencia de la Bolsa de Nueva York, se dejó hoy 139,41 puntos, lo que supone un descenso del 1,1 por ciento, de manera que terminó la jornada en 12.584,17 puntos.

El miércoles ya había sido un mal día para ese índice, que perdió el 0,66 por ciento después de que se conociera que el sector privado estadounidense creó en abril 179.000 empleos netos, comparado con los 207.000 del mes anterior y por debajo de los 200.000 que habían pronosticado los analistas, según informó Automatic Data Processing (ADP).

El miedo a que el mercado laboral estadounidense no logre impulsar su recuperación no hizo más que incrementarse hoy cuando se conoció que la cifra semanal de solicitudes del subsidio por desempleo en este país aumentó en 43.000 y se situó la semana pasada en 474.000, el nivel más alto en los últimos 9 meses, lo que contrasta con lo pronosticado por los expertos, que habían calculado que descenderían hasta los 412.000.

Además, el promedio de solicitudes en cuatro semanas -un indicador más firme de la tendencia, ya que compensa por variables como tormentas o días festivos- subió en 22.250 y quedó en 431.250, el nivel más alto desde mediados de noviembre, lo que deja las expectativas muy bajas sobre los datos de empleo que difundirá el viernes el Departamento de Trabajo de EEUU.

Esos datos, que siempre se esperan con inquietud por parte de los inversores, influyeron en parte en la estampida de inversores que vivió hoy el mercado de las materias primas, que se vio inmerso en una tormenta de malos datos macroeconómicos, fortalecimiento del dólar ante otras divisas y como un efecto rebote.

Así, el petróleo de Texas cayó hoy un impresionante 8,64 por ciento, su mayor descenso porcentual en más de dos años, con lo que perdió el simbólico nivel de los 100 dólares por barril por primera vez desde marzo al bajar hasta los 99,8 dólares.

La caída del crudo, ante el miedo de que la recuperación económica del mayor consumidor energético mundial junto a China sea más débil de lo esperado, fue secundada esta jornada por materias primas como el café, el cacao y el azúcar, y por supuesto por los metales.

El oro, que había convertido en algo convencional encadenar máximos históricos, bajó hoy un 2,23 por ciento y perdió el simbólico nivel de los 1.500 dólares la onza, que había superado por primera vez en su historia el pasado 21 de abril, y acabó a 1.481,4 dólares.

La plata, que se había disparado también hasta llegar a máximos en las últimas semanas, bajó el 7,97 por ciento, hasta 36,24 dólares la onza, lo que supone su descenso porcentual más pronunciado desde diciembre de 2008.

El efecto arrastre de las materias primas tuvo su mayor víctima en el sector energético, que se dejó esta jornada el 2,58 por ciento, y en particular en las grandes compañías petroleras, Exxon y Chevron, que se dejaron el 2,58 y el 1,97 por ciento, respectivamente.

Desde el ámbito empresarial los resultados difundidos hoy tampoco tuvieron una gran bienvenida en el parqué, ya que la automovilística General Motors se dejó el 3,09 por ciento pese a anunciar que ganó 3.151 millones de dólares durante el primer trimestre de 2011, lo que representa un aumento del 264 por ciento respecto al mismo periodo de 2010.

Tras el cierre de la sesión se conocieron además los resultados de la financiera Visa, que perdía un 1,35 por ciento en las contrataciones electrónicas posteriores al cierre pese a que ganó 1.765 millones de dólares en los seis primeros meses de su ejercicio fiscal (octubre-marzo), lo que supone un avance del 19,57 por ciento interanual gracias al aumento del gasto de los titulares de sus tarjetas.

También después del cierre el grupo alimentario estadounidense Kraft Foods anunció que ganó 799 millones de dólares durante el primer trimestre de 2011, el 57,6 por ciento menos que en el mismo trimestre del año anterior, afectada por el encarecimiento de las materias primas.