La lechería donde nació el Cacaolat recibe las condolencias de consumidores

Como si de un velatorio se tratara, la nieta del inventor de Cacaolat, Mercè Casademunt Viader, atiende con rostro triste a los clientes que acuden a la lechería para comentar lo mucho que sienten que el Cacaolat tenga un pie en el cementerio, y aprovechan para degustar un batido embotellado en vidrio, con el deleite de quien teme que quizás sea el último.

Mercè Casademunt Viader regenta la Granja Viader, la única lechería que conserva la familia Viader, que a mediados del siglo pasado llegó a tener cinco lecherías-cafeterías en Barcelona, una granja de animales en Cardedeu (Barcelona), un obrador y la empresa Letona.

La Granja Viader está situada en el corazón de Ciutat Vella, al lado de La Rambla, y sus paredes acogen una exposición permanente de fotografías familiares, carteles antiguos de Cacaolat y recuerdos de cuando la familia Viader era propietaria de Letona.

En 1974 la familia vendió Cacaolat a Clesa, pero "la gente sabe que esta bebida nació aquí y que mi familia sigue siendo la propietaria moral, por eso vienen y me dicen que es muy lamentable lo que está pasando", ha comentado Mercè Casademunt Viader.

Nueva Rumasa compró Cacaolat en 2007 y la semana pasada la familia Ruiz Mateos reconoció los graves problemas financieros de este grupo y diversas filiales, como Clesa, Dhul o la propia Cacaolat, presentaron concurso de acreedores.

"La gente tiene cariño a Cacaolat porque le recuerda su infancia, por eso lamentan que desaparezca, sobretodo teniendo en cuenta que se sigue vendiendo muy bien y que la causa de todo es una mala gestión", ha señalado Mercè Casademunt Viader.

La idea del producto nació en 1925 cuando el bisabuelo de Mercè, Marc Viader, viajó a Hungría con su hijo Juan y probó en una fiesta una bebida refrescante a base de chocolate y leche.

En aquella época en España sólo se tomaba el chocolate caliente, por lo que Joan Viader tuvo la certeza de que este producto sería revolucionario.

De vuelta a Cardedeu, Viader trabajó en el laboratorio hasta conseguir una fórmula industrial que permitiera aprovechar la leche desnatada, que entonces tenía poca salida comercial, y conservar el producto embotellado, ya que en una época que la leche se tomaba fresca del día.

Joan Viader presentó Cacaolat en la Feria Internacional de Muestra de Barcelona de 1933 y el éxito fue rotundo.

"Durante todos estos años, Cacaolat no ha salido prácticamente de Cataluña, sin embargo aquí es muy popular y la mascota de la bebida es muy conocida", ha subrayado Mercè, en referencia al famoso Pepi, que lleva una botella de grandes dimensiones a cuestas.

"La historia de mi familia está íntimamente ligada a la historia de Cacaolat y para mí es muy triste ver lo que está pasando", ha añadido, al considerar "lamentable" que Cacaolat tenga problemas de distribución porque la planta de Zaragoza donde se fabrica el envase acaba de sufrir un ERE de seis meses.

No obstante, Mercè Casademunt no está sola, ya que los internautas han creado un "hashtag" llamado #salvemelcacaolat que el pasado 8 de abril fue el "tema del momento" ("trending toppic") de la red de microblogging "Twitter".

Los trabajadores de Cacaolat también están en pie de guerra y ya han realizado diversas movilizaciones y actos de protesta, algunos tan dulces como el reparto de batidos de chocolate a los transeúntes en la céntrica Plaça de Sant Jaume de Barcelona.

Rosa Díaz