La patronal andaluza aplaude el interés del Gobierno en Deoleo

Después de que el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, confirmara este pasado lunes el interés de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en Deoleo, González de Lara ha subrayado que "el hecho de que haya una apuesta firme del Gobierno es muy significativo y lo aplaudimos". "Estoy convencido de que este partido lo ganamos", ha apostillado.

El responsable de la patronal andaluza ha insistido en que Deoleo siga siendo una empresa española, "no solo por lo estratégico del sector del aceite, sino porque tiene una vinculación estrechísima con Andalucía" --el grupo andaluz Dcoop, antigua Hojiblanca, participa con un 9,63 por ciento--.

"Tiene una trayectoria que ha justificado una expansión internacional extraordinaria", ha valorado González de Lara, quien ha participado en Málaga en una jornada sobre los fondos de inversión para la financiación de pymes, que ha contado con la presencia del expresidente de la CEA Santiago Herrero.

NO LIMITAR EL ACCESO DE CAPITALES

No obstante, el también responsable de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) ha advertido de que hay que tener en cuenta cuestiones técnico-jurídicas para "no limitar el acceso de capitales de países de la Unión Europea".

A su juicio, "hay que esperar y no analizar como triunfo ni fracaso" la entrada de fondos extranjeros, sino "defender lo que es una empresa que es nuestra, que es andaluza y española". "Vamos a intentar ganar el partido, más que ver si vamos a fracasar", ha declarado.

El paquete que quieren vender Bankia, BMN, Caixabank y Kutxabank es de algo más del 31 por ciento. Un total de cinco fondos --Carlyle, CVC, Pai Partners, Rhone Group y FSI-- presentaron sus propuestas indicativas por Deoleo, todas ellas por el cien por cien del capital y a un precio inferior a los 0,42 euros por acción.

La nacionalidad del Fondo Strategico Italiano (FSI), que ha presentado su candidatura de forma conjunta con Qatar Holding, ha despertado los temores de que la empresa española acabe, finalmente, en manos transalpinas.