El paro del transporte en Guipúzcoa afectará al paso de unos 8.000 camiones internacionales al día

El paro de cuatro días consecutivos que los transportistas de mercancías por carretera tienen convocado en la provincia de Guipúzcoa entre los próximos días 2 y 5 de enero afectará al tránsito de los 8.000 camiones de carga que cada día entran y salen de España por el paso fronterizo de Biriatú.

Así lo indica la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), principal patronal del sector, respecto al paro, convocado por un total de siete organizaciones del sector y que tendrá lugar las jornadas previas a la festividad de los Reyes Magos.

La convocatoria tiene como objetivo protestar por el peaje que la Diputación de Guipúzcoa cobrará a partir del próximo 1 de enero a los camiones que circulen en determinados tramos de la carretera nacional N-1 y la A-15 a su paso por este territorio.

El paro supondrá que en los cuatro días comprendidos entre el 2 y el 5 de enero no circularán camiones por esta provincia vasca, ni nacionales ni internacionales, ni se recogerán o entregarán mercancías. Se estima que la medida afectará a unos 8.000 vehículos pesados diarios sólo en lo que a tránsitos internacionales se refiere.

Las asociaciones del sector aseguran tener que recurrir a este cese de actividad en la provincia "en legítima defensa de sus intereses" y "tras no haber podido llegar a un acuerdo con la Diputación foral por ninguna de las vías de negociación posibles".

El parón de actividad de transporte en Guipúzcoa arrancará a las 0.00 horas del día 2 y concluirá a las 23.59 horas del día 5 de enero.

ADVIERTEN DE MÁS MOVILIZACIONES.

No obstante, las patronales de camioneros advierten de más movilizaciones al señalar que esta será "la primera de las medidas con las que el sector manifestará su discrepancia a la imposición arbitraria de impuestos al transporte".

En paralelo, las asociaciones esperan que "en los próximos días" el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco se pronuncie sobre el recurso que en su día interpusieron en contra de esta tasa, por considerar que vulnera las directivas europeas en materia de tarificación de infraestructuras, según recuerda Fenadismer.

Para los transportistas, el nuevo peaje supone una "doble imposición fiscal", al considerar que el sector "ya paga, y en exceso, las infraestructuras por las que transita". Además, denuncia que las tasas de peaje impuestas (entre 0,33 y 0,44 euros por kilómetro) duplican la media de las del resto del país.

Asimismo, los camioneros indican que la recaudación del peaje, que se estima de unos 30 millones de euros al año, no revertirá en beneficio del propio sector, sino "para otras actividades o modos de transporte, como ya ha ocurrido otras veces".