El gasóleo encadena su quinta semana al alza y se consolida en máximos anuales

En concreto, el litro de gasóleo cuesta de media 1,007 euros en los surtidores, un 0,2% más que en la semana anterior, y suma tres semanas consecutivas por encima del umbral del euro, en el que no se situaba desde finales de 2015.

El litro de gasóleo había iniciado el año por debajo de la barrera del euro, lo que no ocurría desde febrero de 2010, si bien desde finales de enero ha mantenido una tendencia al alza, en línea con la evolución del precio del petróleo en los mercados internacionales.

En cuanto a la gasolina, el precio medio del litro se sitúa en 1,156 euros, un 0,2% menos que en la semana anterior. Este combustible suma dos semanas a la baja con las que interrumpe una secuencia previa de tres semanas consecutivas de incrementos, que habían llevado el precio de este carburante a sus máximos anuales.

Los combustibles de automoción marcan en la actualidad precios muy similares a los registrados al cierre de 2015, aún alejados de las cotas de 1,3 y 1,2 euros por litro marcados por el gasóleo y la gasolina, respectivamente, durante el pasado verano.

Un vehículo de gasóleo con un depósito medio de 55 litros requiere en la actualidad 55,3 euros para su llenado, un 11% menos que en la misma semana del ejercicio anterior, mientras que en el caso de la gasolina el llenado asciende a 63,5 euros, un 16% menos.

La Comisión Europea publica la evolución de precios de la última semana en un momento en el que el barril de crudo Brent marca un precio de 47,7 dólares, apenas veinte céntimos por debajo del de hace una semana, y en el que el Texas 'sweet light', de referencia en Estados Unidos, cotiza a 47,2 dólares, 40 centavos menos.

PRECIOS EN LA UE.

Los carburantes cuestan en España menos que la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,310 euros y en 1,334 euros, respectivamente. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,123 euros de media en la UE y 1,102 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.