El gasóleo y la gasolina tocan un nuevo máximo anual y se han encarecido hasta casi un 10% en lo que va de año

En concreto, el litro de gasóleo cuesta de media 1,055 euros, después de encadenar su octava semana consecutiva al alza, consolidándose en sus niveles máximos en lo que va de año, y sumando ya su sexta semana consecutiva por encima del umbral del euro.

Con respecto a los precios en que el litro de gasóleo arrancó el año 2016, este nuevo máximo anual representa un encarecimiento del 9,6%.

En cuanto a la gasolina, el precio medio del litro se sitúa en 1,192 euros, tras incrementarse un 0,16% con respecto a la pasada semana. De esta manera, este combustible consolida su tendencia alcista, después de sumar dos semanas de subidas. Teniendo en cuenta los precios en los que el litro de gasolina inició el año, registra un encarecimiento del 5,3%.

A pesar de estas subidas, los combustibles de automoción se mantienen aún alejados de las cotas de 1,3 y 1,2 euros por litro marcados por la gasolina y el gasóleo, respectivamente, durante el pasado verano.

Un vehículo de gasóleo con un depósito medio de 55 litros requiere en la actualidad 58,02 euros para su llenado, mientras que en el caso de la gasolina el llenado asciende a 65,56 euros.

REPUNTE DEL PETRÓLEO.

Estos precios de los combustibles publicados por la Comisión Europea se registran en un momento de repunte del precio del crudo que ha llevado al barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, a situarse por encima de los 52 dólares, su nivel más alto desde mediados de octubre de 2015.

Desde los mínimos registrados el pasado mes de enero, cuando cotizaba ligeramente por encima de los 27 dólares por barril, el petróleo de referencia para el Viejo Continente se ha revalorizado más de un 90%.

Los carburantes cuestan en España menos que la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,344 euros y en 1,37 euros, respectivamente. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,17 euros de media en la UE y 1,152 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.