Abe asegura que Trump abordará el secuestro de ciudadanos japoneses durante su encuentro con Kim

Los comentarios de Abe han tenido lugar después de reunirse con Trump en su residencia de Mar-a-Lago, en el estado de Florida, donde han acordado continuar con la campaña de "máxima presión" sobre Corea del Norte hasta que Pyongyang ponga en marcha las medidas necesarias para lograr la "completa, verificable e irreversible desnuclearización" de la península de Corea.

El jefe de Gabinete, Yasutoshi Nishimura, ha indicado que Tokio también ha intentando lograr un compromiso por parte de Estados Unidos de que el acuerdo de desnuclearización incluye no sólo los misiles de largo alcance sino también aquellos que puedan tener como objetivo suelo nipón.

Abe ha expresado durante una rueda de prensa su gratitud hacia la actitud de Trump, que ha "mostrado su entendimiento sobre la importancia de los secuestros para el Gobierno japonés" y por su "promesa para abordarlo" durante la cumbre con Kim, según ha recogido la agencia de noticias Kiodo.

El dirigente estadounidense, por su parte, ha aseverado que las dos partes han mostrado una postura unificada. "Japón y Estados Unidos estamos unidos y unificados respecto al asunto de Corea del Norte", ha afirmado Trump, que ha asegurado que la cuestión de los secuestros es importante para él porque lo es para Abe.

Nishimura, que ha acudido a la reunión y ha informado posteriormente a la prensa, ha señalado que Trump ha explicado que "Estados Unidos hará todo lo que pueda para Japón" a la hora de enfrentarse a las cuestiones norcoreanas.

"Pondremos sobre la mesa la cuestión de los secuestros. Sacaremos muchos temas. Creo que es momento de hablar, es momento de solucionar los problemas. Sé que eso ha sido un gran factor para ti", ha indicado Trump a Abe. Las palabras del dirigente han esperanzado a Abe, según ha explicado el Gobierno nipón.

Las autoridades de Corea del Norte admitieron en 2002 haber secuestrado a 13 ciudadanos japoneses en los años 70 y 80, de los cuales cinco habrían regresado a su país de origen. Sin embargo, Tokio asegura que el número de ciudadanos retenidos podría ser mucho mayor.