"La respuesta a la crisis en Europa tiene un nombre: la propia Europa"

Hollande y Merkel han comparecido ante políticos, jóvenes y ciudadanos de ambos países reunidos en el patio del castillo de Ludwigsburg, el mismo utilizado hace medio siglo, para destacar la necesidad de estrechar aún más los lazos bilaterales. "¡Viva la juventud franco-alemana, la fuerte juventud europea!", ha clamado Merkel en la única frase de su discurso pronunciada en francés.

La canciller ha recordado las palabras de De Gaulle, que memorizó su discurso de 1962 en alemán, unas frases que liberaron entonces a una Merkel aún traumatizada por la culpa del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial. "Yo tenía 8 años de edad en el momento del discurso. El muro había sido construido hacía un año. Yo vivía en la RDA y pensamos que esta división era irreversible", ha explicado Merkel.

Sin embargo, el discurso y la reconciliación franco-alemana fueron la base para una "unificación europea que ha abierto la puerta a la prosperidad en un continente desgarrado por siglos de guerra".

En clave de actualidad, Merkel ha recordado problemas como el desempleo juvenil y los cambios demográficos causados por un descenso de la natalidad. "Alemania y Francia tienen una responsabilidad especial" para resolver la actual crisis, ha indicado. "Hay que reavivar la llama de la antigua pareja franco-alemana", ha apostillado.

Hollande, por su parte, se ha referido a los "desequilibrios financieros", "la magnitud de las deudas acumuladas", el "alto desempleo" y la "ansiedad de los jóvenes por su futuro", fruto todo ello de una "crisis moral" europea.

"La respuesta a la crisis en Europa tiene un nombre: la propia Europa", ha destacado Hollande, en una clara apuesta por la integración. El jefe del Estado francés ha recordado las frases de los discursos de De Gaulle y Adenauer, que se refirieron a la juventud como "hijos de un gran país". "Ahora les toca a ustedes hacer realidad sus expectativas y el sueño europeo", ha apelado.

Tras los actos conmemorativos se celebró un almuerzo de trabajo, quinta reunión entre ambos líderes desde la toma de posesión de Hollande, en mayo.