Ban afirma que sin justicia no se puede cerrar la herida de Srebrenica

En un acto solemne en la sede de Naciones Unidas, Ban señaló que el respeto y la confianza que necesita la región de los Balcanes para superar el pasado "depende mucho de que los responsables rindan cuentas".

"Hasta que aquellos acusados de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra sean juzgados, la búsqueda de la justicia y el proceso de curación de las heridas estará incompleto", aseguró en un discurso el secretario general.

Asimismo, indicó que se "debe decir la verdad y se debe hacer justicia" respecto a la peor matanza perpetrada en Europa desde la fundación de Naciones Unidas tras la Segunda Guerra Mundial.

"Los tiempos de la impunidad han pasado, y entramos en la era de la rendición de cuentas", señaló Ban, que estuvo acompañado en el acto por el presidente de la Asamblea General, Ali Treki, y el embajador bosnio ante el organismo, Ivan Barbalic.

El secretario general también reconoció "los graves errores de juicio" de los responsables de la ONU de la época, que no supieron evitar la masacre, y aseguró que el organismo ha aprendido la lección.

"Hemos jurado todos juntos que no volveremos a permitir que suceda de nueva una atrocidad igual en otro lugar. Se lo debemos a las almas de Srebrenica", aseveró.

Para Ban, este aniversario es también un momento para revaluar el poder de "la tolerancia y el entendimiento", por lo que pidió a los pueblos de los Balcanes que recompongan sus relaciones con base en el respeto y la confianza.

"Han pasado quince años, la región ha progresado y me satisface particularmente los intentos recientes para facilitar el tránsito hacia la reconciliación. Pero queda mucho por recorrer", apuntó.

Al mismo tiempo, resaltó que Bosnia "también está dando lecciones al mundo" sobre convivencia y aplica en la actualidad su experiencia desde su asiento como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

"En este día, juremos juntos proteger y salvaguardar la dignidad humana allí y en el momento en el que se vea amenazada", agregó.

Unos 8.000 adultos y menores musulmanes varones fueron asesinados por las fuerzas serbobosnias que el 11 de julio de 1995 tomaron Srebrenica, entonces una zona protegida por un contingente de "cascos azules" holandeses.

La matanza, calificada de genocidio por las instituciones judiciales internacionales, ocurrió en julio de 1995, pocos meses antes del fin de la guerra.

Quince años después, el comandante militar serbobosnio Ratko Mladic, uno de los principales acusados de genocidio en Srebrenica por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), todavía está prófugo.

Su captura y extradición es una de las principales condiciones impuestas por la Unión Europea (UE) a Serbia, donde se sospecha que se esconde, para el progreso de ese país hacia la integración en las instituciones europeas.