Ban felicita a los equipos negociadores del Gobierno y del MILD por el histórico acuerdo de paz

En un comunicado, un portavoz de Ban destaca su "perseverancia, coraje y compromiso por haber alcanzado este importante peldaño en el proceso de paz" y ha encomiado "la visión y el liderazgo" del presidente filipino, Benigno Aquino, y el presidente del MILF, Murad Ebrahim.

A través de su portavoz, Ban también ha hecho reconocer el papel de Malasia en las negociaciones, expresando su "sincera gratitud".

"El secretario general traslada la disposición de Naciones Unidas de acompañar (a ambas partes) en la fase final del proceso de paz y la implementación del acuerdo de paz integral, si las partes lo consideran apropiado", apunta el comunicado.

PALABRAS DEL GOBIERNO Y EL MILF

Los delegados de ambas partes llevaban desde el pasado miércoles reunidos a las afueras de la capital de Malasia, Kuala Lumpur, para lograr un acuerdo, que finalmente llegó este sábado, sobre la entrega de las armas de la guerrilla y la creación de una fuerza de seguridad para la nueva región autónoma musulmana.

"El proceso de paz (...) busca sentar las bases para una paz y desarrollo duraderos para Mindanao y en ese sentido consideramos que éste es un acontecimiento muy importante", declaró la jefa de la delegación gubernamental, Miriam Coronel-Ferrer.

El jefe negociador del MILF, Mohagher Iqbal, vaticinó que el acuerdo final de paz se firmará "muy pronto". "Ha habido problemas de principio a fin, pero gracias a la cooperación y determinación de todas las partes (...) creo que no hay obstáculos pendientes", añadió.

Por el momento no han trascendido los detalles del acuerdo alcanzado ni cómo van a desarmarse los aproximadamente 12.000 guerrilleros del MILF. Sin embargo, Coronel-Ferrer ha asegurado que será "un proceso gradual".

La actual ronda de negociaciones de paz se inició en octubre de 2012 y se cierran con el conocido como Acuerdo Integral sobre Bangsamoro, nombre que llevará la nueva región autónoma. El conflicto se ha saldado con unos 120.000 muertos y unos dos millones de desplazados.