Los documentos, hallados en cinco ordenadores, decenas de discos duros y más de 100 archivos, muestran que Bin Laden siguió planificando hasta su muerte nuevos ataques terroristas a gran escala contra Estados Unidos. Los papeles también dejan constancia de relaciones muy tensas con Irán. Sin embargo, no hay ninguna referencia explícita a apoyos de Pakistán, el país en el que Bin Laden vivió nueve años.