Bruselas"'aclarará" las normas Schengen pero descarta una "revolución"

Por ello el Ejecutivo comunitario cree que hay "materia para la reflexión" y presentará un paquete de propuestas el próximo miércoles 4 de mayo con el objetivo de contribuir a clarificar los criterios del Tratado de Schengen, pero también para avanzar hacia una "mayor coordinación" de los países en la gestión de las fronteras exteriores. "Escucharemos a todos los países y luego presentaremos la propuesta", ha indicado Fiorilli para evitar dar mayores detalles.

El documento de la Comisión será debatido por los ministros de Interior, con el objetivo de que sea adoptado por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en un Consejo Europeo a finales de junio. "Nos damos cuenta tras varios años con (el acuerdo) Schengen de que los textos deben evolucionar, porque las situaciones evolucionan. Pero no es una revolución, se trata de aportar más claridad a lo que ya está en vigor", ha insistido el portavoz.

Un portavoz de José Manuel Durão Barroso, Olivier Bailly, ha añadido que el objetivo del documento que presentará el Ejecutivo comunitario es "encontrar una respuesta europea" al problema de la inmigración irregular y "asegurarnos de que los Estados miembros cooperan más entre ellos de lo que lo han hecho hasta ahora para afrontar los retos del momento".

Además, Bailly ha informado de que el colegio de comisarios tiene clara la necesidad de reforzar y dotar de recursos propios a la agencia que gestiona las fronteras exteriores de la Unión Europea (FRONTEX). En un debate el pasado miércoles, antes del parón vacacional, los comisarios coincidieron en que el refuerzo de FRONTEX es "una necesidad absoluta" y en que los Estados miembros deben "implicarse" en el funcionamiento de este mecanismo a largo plazo y no únicamente ante la crisis actual.

Los comisarios también consideran que el principio de solidaridad entre los 27, por un lado, y para con los inmigrantes que solicitan asilo, por otro, es un aspecto "fundamental" y en esta línea la Comisión apuesta por una política de asilo "más fuerte y unificada". Los acuerdos de readmisión con terceros países sigue siendo un "punto de dificultad importante", pero el Ejecutivo comunitario seguirá insistiendo en la necesidad de avanzar en esta línea, ha apuntado el portavoz.

Sarkozy y Berlusconi

El presidente francés, Nicolás Sarkozy, en una cumbre bilateral junto al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha pedido una "reforma profunda" del Espacio Schengen. Ambos mandatarios se han reunido para abordar la crisis originada entre ambos países tras la llegada a Francia de miles de inmigrantes del norte de África procedentes de Italia. Berlusconi cree que se debe dar respuesta a las "circunstancias excepcionales actuales".

París y Roma han acordado impulsar la revisión del acuerdo de Schengen, que permite la libre circulación de ciudadanos en la Unión Europea y que fue suscrito en 1985. Si Nicolás Sarkozy ha reclamado una "reforma profunda" de este acuerdo, Silvio Berlusconi ha subrayado que dicha reforma responde a las "excepcionales circunstancias actuales".

Y es que miles de inmigrantes procedentes del norte de África han llegado en las últimas semanas a Italia, tras las revueltas en el mundo árabe, colapsando la isla italiana de Lampedusa y originando conflictos diplomáticos entre ambos estados miembros de la UE. Porque cientos de esos inmigrantes se han trasladado hasta zona gala. De hecho Francia llegó a cerrar su forntera durante 24 horas alegando problemas de seguridad.

Precisamente, Francia e Italia han acordado reclamar "más solidaridad" a sus socios comunitarios para hacer frente a estas circunstancias migratorias. Para ello han enviado una carta al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

Para Sarkozy "Schengen no puede significar reenviarse los problemas" y ha exigido "más medios, garantís y seguridad". El mandatario galo ha dicho que cuando un país de la UE tenga un problema con su vecino debería poder acogerse a una "cláusula" para cerrar sus fronteras e impedir la llegada de inmigrantes. Además, ha exigido la mejora de la Agencia de Fronteras, Frontex.

Berlusconi ha defendido que no se puede dejar "solos" a los países europeos de la cuenca mediterránea "si hay fenómenos de inmigración masiva". Tanto el primer ministro italiano como su homólogo galo consideran prioritario que la UE cierre "un acuerdo global" cuanto antes con todos los vecinos del Mediterráneo sur.

España, en contra

La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha afirmado que España no es partidaria de esta modificación. De hecho, el secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, aseguró este martes que sería una "catástrofe" que en la Unión Europea (UE) se volvieran a "actitudes puramente nacionalistas o egoístas" en materia de inmigración.

Yáñez-Barnuevo se refirió a la polémica de los últimos días sobre la llegada masiva de inmigrantes a Europa procedentes del norte de África, durante su comparecencia en el Congreso (Cámara Baja) ante la Comisión Mixta para la UE para informar del proceso de cambios en los países árabes. El secretario de Estado defendió que los asuntos relativos a la inmigración se aborden desde un "enfoque común europeo dentro de los marcos existentes", con solidaridad y con un "reparto equitativo de cargas".

A su juicio, las reglas actuales tienen ya "bastante flexibilidad", aunque aceptó que puedan introducirse ajustes "según sea necesario". Yáñez-Barnuevo rechazó recuperar medidas del pasado que pongan en riesgo lo conseguido en los últimos años.

"Habrá que estar muy atento -dijo- para que toda esa construcción que hemos logrado con gran trabajo y gran dificultad a lo largo de los años no se venga abajo de ninguna manera, como ha podido ser el peligro en algunos momentos en las últimas semanas". "Sería -agregó- una catástrofe que, en esa materia, volviésemos a actitudes puramente nacionalistas o egoístas que no conducirían a ninguna parte".