Burundi acusa a Ruanda de entrenar a rebeldes que buscan desestabilizar el país

Burundi ha sido escenario de una oleada de asesinatos e intentos de asesinato desde que el presidente, Pierre Nkurunziza, revalidó su mandato en las elecciones de julio, boicoteadas por la oposición.

Nkurunziza superó en marzo un intento de golpe de Estado por parte del general renegado Godefroid Niyombare, quien se opuso a su intención de presentarse a un tercer mandato y que desde entonces se encuentra en paradero desconocido.

Nyamitwe ha sostenido que el Gobierno ruandés está "facilitando" los ataques que los golpistas están orquestando en Burundi, afirmando que Buyumbura "tiene numerosa información sobre reclutamiento en campos de refugiados, que reciben entrenamiento militar, en ocasiones por parte de ruandeses".

Las palabras del ministro han llegado apenas dos días después de que Ruanda acusara a Burundi de acoger a rebeldes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), vinculado al genocidio en 1994 en este país.

Tanto Ruanda como Burundi han experimentado numerosos conflictos étnicos entre la mayoría hutu y la minoría tutsi, que ha sido tradicionalmente la que ha acumulado el poder en ambos países.