Más de 10.000 perros serán sacrificados en China para un festival

La escena es impactante para un occidental. Perros enjaulados como en un mercado medieval. Exhibidos ante el alborozo de los clientes instantes antes de ser degollados como se hace aquí con los cerdos. O directamente torturados entre risas. El animal que nosotros consideramos no ya una mascota sino uno más de la familia, y que mueve una industria de comida y accesorios cada vez más floreciente, en China y en casi toda Asia es un plato más que servir en la mesa. Desde hace siglos la carne de perro se come sin reparo. Y, sin embargo, algo empieza a cambiar. La occidentalización de las costumbres ha hecho que muchos chinos tengan un perro como mascota. No se les trata como aquí, eso se consideraría una especie de debilidad burguesa. Pero esta feria anual, una de las más importantes del país, es buena prueba del cambio de costumbres. Por primera vez, han protestado activistas en defensa de los derechos de los perrros. Y no han sido protestas pacíficas precisamente.