Desvelan la existencia de una lista secreta de la Inteligencia militar con centenares de correos electrónicos

Así lo ha desvelado la revista colombiana 'Semana', que asegura que las Fuerzas Armadas han ordenado una investigación interna, pese a que altos mandos del Ejército señalaron que no veían ninguna irregularidad en tener esa lista y que podía obedecer a una relación de información o institucional, o una base de datos general para envío de información.

Se trata de un extenso y detallado archivo de hoja de cálculo que contiene centenares de direcciones de correos electrónicos y que fue elaborado el 28 de octubre de 2012, poco tiempo después de que se conociera el inicio de las conversaciones de paz que tienen lugar en La Habana (Cuba). Al archivo se le hizo la última modificación el pasado 10 de marzo.

Entre las cuentas de correo, destaca la presencia de trece 'mails' relacionados directamente con miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el mismo documento donde se encuentran los datos de personas muy cercanas y claves del equipo de Sergio Jaramillo, alto comisionado para la Paz.

En concreto, el listado contiene el correo personal de María Lucía Méndez, asesora del comisionado de Paz y encargada de manejar todos los asuntos relacionados con los mecanismos de participación ciudadana de la mesa de diálogos a nombre de Gobierno Nacional, tal y como añade el citado medio de comunicación.

Otras partes del archivo de hoja de cálculo de la CIME recogen información de ONG e instituciones, así como de "políticos y embajadas". En este último, figuran los correos y nombres de Oleg Reidar Bergum, de la embajada de Noruega; Thomas Kupfer, quien fue embajador de Suiza en Colombia; Christophel Quentel, quien fue el primer secretario de la embajada de Francia en Colombia. Todo ellos países muy involucrados con los temas de la paz en el país sudamericano.

La revista 'Semana' ha informado de que parte de ese listado de correos fue entregado a varios 'hackers', incluido Andrés Sepúlveda --condenado por espiar a los negociadores de paz del Gobierno y de las FARC--, por miembros de la Inteligencia militar para conseguir información de su contenido. Unas prácticas que no han sido confirmadas por ningún organismo oficial.