EEUU retira la prohibición que impedía que las personas transexuales sirvieran en el Ejército

En 2015, Carter ya dejó muy clara su opinión al respecto de la prohibición que impedía a los transexuales servir en el Ejército y dijo que era "anticuada". También hizo un llamamiento a las principales autoridades militares para que comenzasen a analizar qué medidas serían necesarias para acabar con el veto a la comunidad transexual en las Fuerzas Armadas.

Esta última medida forma parte del proceso de trasformación de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que está llevando a cabo el secretario de Defensa, que ya ha aprobado el acceso de las mujeres a todos los puestos de combate y que ha nombrado al primer secretario del Ejército abiertamente homosexual.

La derogación del veto sobre los transexuales no significa que antes no pudieran servir en las Fuerzas Armadas. Pero hasta este jueves, la inmensa mayoría de estas personas transgénero se veían forzadas a negar su condición para evitar ser expulsadas del mundo militar, una situación muy similar a la que vivían los militares homosexuales antes de que la política de "no preguntes, no lo digas" fuese erradicada.

La medida, sin embargo, no ha sido recibida con mucho entusiasmo en ciertos sectores del Ejército, que consideran que la decisión de Carter es "un experimento social" que puede acabar mermando las capacidades de las Fuerzas Armadas norteamericanas como potencia militar.

Sin embargo, un estudio realizado por RAND Corporation, ha demostrado que es muy poco probable que acabar con la prohibición tenga un efecto negativo en la eficiencia del Ejército. De acuerdo con la investigación, del millón y medio de personas que sirven en la actualidad en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, unas 2.450 son transexuales.