El Ejército brasileño, en contra de criminalizar la homofobia

El texto que actualmente se está tramitando en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional quiere, entre otras cosas, convertir en "crimen de odio" cualquier impedimento al acceso de personas a cargos o empleos públicos, o su promoción en función de su orientación sexual.

Esta es la parte que más inquieta al Ejército, que en un documento técnico remitido a la Cámara de Diputados asegura que ese fragmento tendría "efectos" en las Fuerzas Armadas, incluso en los criterios establecidos para el ingreso y permanencia, aunque el documento no aclara cuáles serían esos "efectos".

En su documento el Ejército dice estar en contra de cualquier tipo de "violación o agresión a los derechos humanos", pero critica que las imprecisiones del proyecto de ley pueden tener "repercusiones contundentes" en las esferas operacional, disciplinar y de enseñanza.

Los defensores de la ley contra la homofobia aseguran en privado que el miedo de los militares es que la ley ayudaría a que los homosexuales del Ejército se asuman públicamente, puesto que empezarían a estar protegidos legalmente ante eventuales discriminaciones, según apunta el diario 'Folha de São Paulo'.

UNA LEY DIFÍCIL DE APROBAR

El actual proyecto que está tramitando en el Congreso Nacional es de mayo de 2014 y su autora es la diputada del Partido de los Trabajadores (PT), Maria do Rosário.

Anteriormente ya hubo otro intento de aprobar una ley contra la homofobia, pero después de muchos años el Senado la archivó por falta de consenso.

En esta ocasión el texto se ha abierto a tipificar como crímenes de odio e intolerancia las agresiones a diferentes grupos, como religiosos e inmigrantes, para intentar así conquistar el apoyo de formaciones políticas más conservadoras.

Aún así, será difícil que el proyecto de ley contra la homofobia salga adelante, puesto que el Congreso resultante de las pasadas elecciones de noviembre es más conservador que nunca y en él tienen un peso destacado los diputados evangélicos y vinculados con las Fuerzas Armadas.

La ley que criminaliza la homofobia fue uno de los temas más recurrentes de la campaña electoral, sobre todo después de que la candidata Marina Silva modificara su programa electoral para evitar apoyar de forma explícita el matrimonio gay.

Entonces su rival y entonces candidata Dilma Rousseff reaccionó diciendo que su partido apoyaría sin fisuras el proyecto de ley contra la homofobia, aunque los activistas del colectivo LGTB esperan ahora que cumpla con su palabra.

Brasil es uno de los países más homófobos de América Latina.

Según la Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia de la República se produce una agresión cada hora, aunque las cifras son difíciles de contrastar porque como los crímenes no están tipificados de forma específica no existen registros adecuados.

El Grupo Gay de Bahía, uno de los referentes en la lucha por la igualdad, contabilizó en 2014 un total de 216 muertes por homofobia tan sólo hasta el mes de septiembre.