Las FARC alertan de la presencia de militares en la zona de la liberación

Las FARC advierten de que la zona de Atrato, en Chocó, señalada para la liberación ha sido ocupada por tropas y sobrevuelos, una situación que mientras "no sea modificada sería improbable tener de regreso a la libertad en la próxima semana al general Alzate y a sus acompañantes", en referencia al más destacado de los cautivos, el general Rubén Darío Alzate.

Sin embargo, la guerrilla mantiene una puerta abierta al éxito de la entrega y asegura que "si el protocolo se observa rigurosamente como ha ocurrido en otras ocasiones, podremos afirmar que el próximo martes los soldados profesionales capturados en combate en Arauca, podrán abrazar la libertad". El comunicado de la guerrilla ha sido recogido por el diario 'El Tiempo'.

El pasado viernes uno de los miembros de la delegación de las FARC que negocia la paz con el Gobierno colombiano en La Habana, Rodrigo Granda, alertó de la presencia de militares en la zona prevista para la liberación.

Fuentes de la Policía han asegurado a 'El Tiempo' que existe ya un plan para el cese de operaciones y el despeje de la zona designada para la liberación. Sin embargo, este dispositivo de retirada aún no está activo.

El general Alzate fue secuestrado junto al cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego el pasado domingo en Chocó. Junto a Alzate y sus acompañantes, la guerrilla se ha comprometido a liberar a los soldados Paulo César Rivera Capella y Jhonatan Andrés Díaz Franco, secuestrados por el Frente 10 de las FARC hace dos semanas en Arauca.

El secuestro de Alzate provocó la suspensión de las conversaciones de paz, pero finalmente la guerrilla anunció su liberación. El sábado, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos informó de que ya tiene en su poder las coordenadas de la zona donde se realizará la entrega de los secuestrados con la mediación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega.

El secuestro del general Alzate ha abierto importantes interrogantes que hasta el día de hoy se mantienen, pues no se sabe por qué el militar incumplió los protocolos de seguridad moviéndose por una zona con fuerte presencia guerrillera, vestido de civil, desarmado y sin tener la seguridad debida para estos desplazamientos.