El líder de las FARC admite falta de "confianza" en el Gobierno de cara a la reanudación del diálogo

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ordenó la suspensión temporal del diálogo con la guerrilla a raíz del secuestro de tres personas, incluido el general Rubén Darío Alzate. Las partes negocian ahora la entrega de los soldados César Rivera y Jonathan Díaz, que permanecen en poder de las FARC desde el 9 de noviembre.

'Timochenko' ha acusado a Santos de violar las condiciones pactadas y de organizar, "paralelamente", una "operación militar" de rescate". "Se insiste en un rescate por la fuerza, quizás en precipitar una desgracia que ninguno desea. Esa es la verdadera catadura del régimen", ha lamentado en un comunicado.

El máximo jefe de las FARC ha criticado que en el departamento de Chocó, donde se producirá la liberación del general y de sus dos acompañantes, sigue habiendo "sobrevuelos, bombardeos y ametrallamientos" que incluso "crecen en ferocidad".

En este sentido, el líder guerrillero ha subrayado que las negociaciones "no podrán reanudarse así no más", ya que ahora toca "hacer diversas consideraciones".

Para 'Timochenko', los llamamientos de Santos para liberar rápidamente a los rehenes equivalen "a un secuestro del proceso de paz" y su negativa a interrumpir las operaciones armadas demuestra que "el proceso de paz no es más que un simple instrumento en una estrategia final de guerra".

'Timochenko', en cambio, ha destacado el buen hacer de la guerrilla al asegurar que el acuerdo de liberación días después del secuestro supone un "hito" en su forma de actuar. Frente a este gesto, ha añadido, el Gobierno responde "con una irracionalidad absoluta".