Fallece a los 81 años el cardenal Karl Lehman, figura religiosa instrumental en la Alemania del siglo XX
DPA/EP
11/03/201815:40 h.El religioso, que durante 33 años fue obispo de Maguncia y durante 21 presidió la Conferencia Episcopal de Alemania, sufrió el pasado mes de septiembre un derrame cerebral que complicó enormemente su estado de salud.
La canciller alemana, Angela Merkel, recibió la noticia con gran pesar y calificó a Lehmann como un importante mediador. "Estoy muy triste por la muerte del cardenal Lehmann", ha hecho saber la mandataria en un comunicado.
"Recuerdo con profundo agradecimiento nuestras buenas conversaciones y encuentros durante muchos años. Me entusiasmó con su fuerza intelectual y teológica y siempre fue también una persona llena de una gran alegría por vivir", ha indicado la líder conservadora.
El cardenal Lehmann fue un "gran mediador entre los católicos alemanes y Roma, entre las iglesias cristianas dentro del espíritu ecuménico, pero igualmente entre los cristianos y los creyentes de otras religiones", lo alabó Merkel.
Doctorado en teología y filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, Lehmann gozó de gran visibilidad y reputación en todo el mundo. Con su visión aperturista, distante en muchas ocasiones del dogma de Roma, y su estilo directo a la hora de opinar en numerosos debates, se convirtió en uno de los dignatarios más influyentes del catolicismo germano.
"Como presidente de la conferencia episcopal alemana y obispo de Maguncia marcó durante muchos años de manera decisiva la imagen de la iglesia católica en nuestro país", ha manifestado el presidente federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en un mensaje de condolencia enviado al sucesor de Lehmann en Maguncia, el obispo Peter Kohlgraf.
El jefe del Estado alemán destacó también que Lehmann siempre dio una gran importancia al diálogo ecuménico y se convirtió en una de las personas más importantes a la hora de tender puentes entre las confesiones y religiones.
El cardenal insistió en la necesidad de abrir el diaconado a las mujeres y también abogó por que la Conferencia Episcopal Alemana abordase la posibilidad de permitir la ordenación de casados ("viri probati") para subsanar la escasez de sacerdotes en el país.
También criticó las trabas a las iglesias cristianas en Turquía y las violaciones a los derechos humanos en ese país.
Más recientemente, durante la crisis migratoria de 2015 en la que cerca de un millón de refugiados llegaron a Alemania, el religioso hizo un llamamiento a la solidaridad al tiempo que no ocultó su malestar por las posturas críticas con la acogida de peticionarios de asilo defendidas por el partido de ultraderecha y de tintes xenófobos Alternativa para Alemania (AfD).
"Durante su vida, el cardenal Lehmann construyó puentes a favor de la humanidad y la solidaridad en y para Europa", ha declarado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, sobre el que calificó como un amigo fiel de Europa. "Hizo mucho por acercar el este y el oeste, no solo en Alemania, sino también dentro del diálogo con Polonia", ha comentado. "Siempre invirtió en el futuro de Europa".
"Como compás moral nos señaló el camino y recordó los valores que hacen de Europa algo especial", ha recordado Juncker. En la cuestión de los refugiados Lehmann pidió "acordarse de la fuerza europea de la unidad y reaccionar de acuerdo con la humanidad".
Hace dos años, se convirtió en el primer católico en recibir la medalla de Martin Lutero, que honraba su servicio en favor del buen entendimiento entre la Iglesia católica y la Iglesia evangélica en Alemania.
A lo largo de su carrera, Lehmann escribió numerosos libros. En mayo de 2016, cuando contaba con 80 años, le solicitó al Papa el retiro alegando motivos de edad.