Ashe, antiguo embajador de Antigua y Barbuda en Naciones Unidas que ejerció como presidente de la Asamblea General en 2013, estaba acusado de recibir más de 1,3 millones de dólares en sobornos de empresarios chinos, entre quienes destaca el multimillonario promotor Ng Lap Seng.
Ashe, de 61 años de edad, fue imputado en octubre de 2015 en el marco de la investigación lanzada por la Fiscalía de Estados Unidos sobre una trama de sobornos para construir un centro de conferencias de la ONU en Macao.