Fiasco islamista en Pakistán para agitar en las calles el fantasma de Osama
AGENCIA EFE
06/05/201109:18 h.El principal partido religioso de Pakistán, Jamat-e-Islami (JI), llamó a sus seguidores a tomar las calles en las principales ciudades del país, entre ellas Islamabad, la cercana Rawalpindi, la oriental Lahore y la sureña Karachi.
"Son protestas contra las injerencias de EEUU en los asuntos de Pakistán", expuso a Efe un portavoz de esta fuerza islamista, Shujat Qamar.
El político argumentó que "es Estados Unidos quien ha traído el terrorismo" a Pakistán y mantuvo que todavía "no hay pruebas" de que Bin Laden esté muerto.
Una de las protestas, convocada tras el rezo de media tarde en los alrededores de la Mezquita Roja de Islamabad, se disolvió sin que las decenas de fieles llegasen a entonar soflamas o a mostrar pancartas, según pudo comprobar Efe.
El clérigo del templo, Abdul Aziz, se dirigió al enjambre de periodistas que se habían agolpado alrededor de la mezquita.
El "maulana" se mostró dispuesto a adoptar a los niños que fueron arrestados en la finca de la ciudad norteña de Abbottabad en la que se escondía Bin Laden, asesinado el pasado lunes en una operación de las fuerzas especiales de EEUU.
"Estados Unidos piensa que (Bin Laden) es un terrorista, pero nosotros no. Vivía bien en Arabia Saudí pero dejó todo eso para ir a Afganistán", comentó Aziz, quien lo describió como un "mártir".
Tras esta protesta fallida, entre 100 y 200 personas se congregaron en la vecina Rawalpindi, una manifestación pasada por agua y que contó con una gran cobertura mediática.
"¡Fuera, América, fuera!" y "América es el enemigo y quien sea amigo de América también es nuestro enemigo" fueron algunos de los lemas de esta manifestación, en la que no se pudieron ver retratos de Bin Laden.
En Abbottabad, la ciudad donde se ocultaba el jefe de Al Qaeda, los islamistas lograron reunir a unas 500 personas, según una fuente policial consultada por Efe.
Algunos canales de televisión también informaron de protestas en Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán.
Sin embargo, fuentes policiales de otras ciudades importantes como Lahore o Quetta negaron a Efe que se registraran protestas relacionadas con la muerte del líder de Al Qaeda.
Las fuentes explicaron que sí hubo, en cambio, otras manifestaciones por motivos diferentes, como el malestar por el aumento de los precios en Pakistán o por el tránsito de camiones de la OTAN por suelo paquistaní en su camino hacia el vecino Afganistán.
El primer viernes tras la muerte del terrorista más buscado del planeta transcurrió también con relativa calma en las principales ciudades de Afganistán.
Fuentes oficiales afirmaron a Efe no tener constancia de disturbios o movilizaciones significativas en localidades como Jalalabad (este), Kandahar (sur) o en la capital, Kabul.
La poca afluencia de gente a los actos convocados hoy en Pakistán estuvo en sintonía con la escasa movilización que la muerte del líder de Al Qaeda ha despertado en la región durante la semana.
Todo ello pese a que en los últimos meses han sido frecuentes las protestas contra los ataques de los aviones espía de EEUU en las regiones tribales fronterizas con Afganistán, unas congregaciones a las que en ocasiones han asistido destacados hombres retirados del Ejército y de los servicios secretos.
La polémica que suscitan estos ataques y la reciente muerte de Bin Laden no han impedido que EEUU continúe con su campaña para eliminar a miembros de la insurgencia talibán y de Al Qaeda con sus aviones no tripulados.
Según el canal televisivo paquistaní "Express", al menos trece personas perdieron la vida hoy en un ataque con misiles de un avión espía contra un seminario islámico en la zona de Data Khel, situada en la región tribal de Waziristán del Norte, fronteriza con Afganistán.
Este es el primer ataque de un avión espía desde la operación letal contra Bin Laden, cuya muerte fue finalmente confirmada hoy por Al Qaeda en una página web usada por grupos islamistas.
La finca de Bin Laden, escenario del asalto norteamericano que acabó con la vida del terrorista, siguió hoy cerrada a la prensa, que tan solo ha podido acceder por el momento a su exterior inmediato.
Una fuente de seguridad paquistaní aseguró al rotativo local "The News" que el complejo residencial será derribado para que no se convierta en lugar de peregrinaje para los yihadistas.
Consultada por Efe, una fuente policial de Abbottabad, donde se halla la casa, descartó que ello suceda en breve pero insistió en que la decisión final será tomada por la principal agencia de espionaje paquistaní (ISI).
Agus Morales