La Fiscalía solicita una orden de arresto contra el expresidente surcoreano Lee por presunta corrupción

Lee, que estuvo al frente del país entre 2008 y 2013, es sospechoso de haber recibido unos 11.000 millones de wones (8.300 millones de euros) en sobornos por parte del Servicio de Inteligencia Nacional (NIS, según sus siglas en inglés), empresas y otras entidades.

Además, la Fiscalía ha acusado a Lee de ser el verdadero propietario de DAS, un fabricante de piezas de automóviles, en vez de su hermano mayor, Lee Sang Eun. Los fiscales han señalado que el expresidente estaría involucrado en la creación de un fondo ilícito de unos 30.000 millones de wones (22.600 millones de euros).

Gracias a su posición como presidente del país, Lee habría utilizado las diferentes agencias gubernamentales para beneficiar a DAS en Estados Unidos, donde la empresa se enfrentó a una demanda. El exdirigente habría trasladado documentos clasificados a un almacén de DAS.

De tramitarse la orden de arresto, Lee se convertirá en el cuarto expresidente de Corea del Sur en ser detenido por haber cometido un delito. El pasado miércoles, los fiscales interrogaron a Lee durante 21 horas.

Lee aseguró entonces que se encontraba allí "con sentimientos miserables" y señaló que lamentaba "profundamente haber causado preocupación al público en un momento en el que nuestra economía está luchando y la seguridad regional está en juego".

La Fiscalía, por su parte, ha indicado que la decisión de solicitar la orden de arresto en su contra se debe a la gravedad de las acusaciones que recaen sobre Lee y al riesgo de que éste destruya pruebas clave para la investigación.

A principios de marzo, un grupo de investigadores de la Fiscalía del Distrito Central de Seúl registró varias viviendas y oficinas del presidente de la empresa Sejoong, Chun Shin Il, y el antiguo jefe de la Comisión de Comunicaciones Coreana (KCC, en inglés), Choi See Joong, ambos exasesores de Lee.

Los dos han sido acusados de haber puesto en marcha presuntamente un plan de financiación ilegal de la campaña política de Lee de cara a las elecciones celebradas en 2008. Chun, de 75 años, fue uno de los principales asesores del expresidente, especialmente durante la campaña para las presidenciales.