Desde el mundo de la política al cine, se extiende la lucha contra el acoso sexual

Desde el parlamento británico hasta la meca del cine. Theresa May se ha reunido con los lideres de los principales partidos politicos britanicos para consensuar una estrategia frente al acoso sexual, en un país donde una docena de diputados están siendo investigados. Mientras tanto, el actor Kevin Spacey se interna en una clínica para adictos al sexo en un intento por librarse de los escándalos que los salpican por acoso a jóvenes de su entorno laboral. El premiado artista ha sido despedido fulminantemente de la exitosa serie que protagonizaba y los que estaban a su alrededor profesionalmente se esfuerzan por desvincularse de Spacey. La última película de Ridley Scott en la que participaba Spacey no participará al festival de cine de Los Angeles. El abuso de poder sobre los más débiles no sólo se queda en Hollywood. El foco del escándalo ya apunta a la industria de la música donde hay quienes dejan caer que de jóvenes vivieron situaciones más que incómodas.

La llama que se prendió con las denuncias al todopoderoso productor de Hollywood, Harvey Weinstein quema hasta el Parlamento británico, ministro de Defensa ya ha tenido que presentar su dimisión y una docena de altos cargos políticos podrían estar envueltos en casos de acoso sexual a subordinadas. Así que la primera ministra Theresa May ha celebrado una reunión con el resto de líderes de los principales partidos para impulsar una ley contra el acoso sexual en la vida pública. Juntos han decidido crear un nuevo mecanismo para tramitar las denuncias. Un paso más, según May, para acabar con la cultura sexual abusiva e instaurar una cultura del respeto.