HRW denuncia la violencia de las milicias chiíes y advierte de que podrían estar cometiendo crímenes de guerra
EUROPA PRESS
15/02/201506:46 h.La organización ha informado en un comunicado de que unas 3.000 personas han tenido que abandonar sus casas en la provincia de Diyala desde el pasado mes de junio, cuando el Estado Islámico se hizo con el control de Mosul. Los abusos perpetrados por las milicias chiíes han aumentado a partir del mes de octubre, ha denunciado.
"Los civiles iraquíes están siendo golpeados por el Estado Islámico y después por las milicias progubernamentales en las zonas que han arrebatado al ISIS", ha denunciado el director adjunto de HRW para Oriente Próximo y el norte de África, Joe Stork.
"Con el gobierno respondiendo a aquellos que consideran terroristas con ejecuciones y arrestos arbitrarios, los residentes no tienen ningún lugar al que pedir protección", ha lamentado Stork. La organización ha entrevistado a seis supervivientes de Diyala que tuvieron que abandonar sus casas por el conflicto.
SECUESTROS Y DISPAROS
Cuando estos civiles quisieron regresar a sus casas a mediados de octubre se encontraron con sus casas quemadas. Poco después "los miembros de las milicias que controlan la zona comenzaron a secuestrar a los residentes y a disparar de forma aleatoria en la calle con armas automáticas".
La ONG ha indicado que estos ataques formarían parte de una campaña de las milicias chiíes para desplazar a los residentes suníes después de expulsar al Estado Islámico de la zona. En este sentido, ha recordado la amenaza del líder de la milicia y exministro de Transporte, Hasi al Ameri, a los residentes de Muqdadiyya.
PROTEGER A CIVILES
"El Gobierno iraquí y sus aliados internacionales tienen que hacer rendir cuentas a la milicia que está devastando lugares como Muqdadiyya", ha advertido Stork. "Cualquier respuesta efectiva al ISIS debería empezar por proteger las vidas de los civiles", ha afirmado.
La organización ha instado a las autoridades a hacer rendir cuentas a los responsables de este tipo de abusos, "especialmente en las zonas donde la gente ya ha sufrido suficiente por la ocupación y ataques del Estado Islámico".