HRW denuncia la existencia de un "patrón" de ataques contra ONG en Uganda para "intimidar" a los activistas

Hombres armados con machetes irrumpieron el jueves por la noche en la sede de HRAPF y atacaron a dos guardias de seguridad, dejándoles gravemente heridos. La ONG, que se centra en la comunidad LGTB y en los trabajadores sexuales, ya sufrió un ataque similar en mayo de 2016 en el que uno de los guardias murió.

HRW ha subrayado que no se trata de un caso aislado. DefendDefenders cifra en unas 30 las ONG, tanto ugandesas como internacionales, que se han enfrentado a agresiones parecidas desde 2012 sin que nadie haya sido procesado como responsable de las mismas.

Tras el ataque de 2016 contra HRAPF, HRW y otras 30 ONG enviaron una carta al inspector general de la Policía, el general Kale Kayihura, para expresar su grave preocupación por la ola de asaltos y pedir que detallara qué había hecho para investigar y prevenir estos ataques. Kayihura ni siquiera respondió a la misiva.

"Estamos profundamente preocupados por que el patrón de ataques y la falta de investigaciones policiales sean una táctica para intimidar a los activistas en Uganda", ha dicho la directora de HRW para África Oriental, Maria Brunett, en un comunicado.

Brunett ha subrayado que al dejar en la impunidad estos casos, las autoridades ugandesas "están enviando el claro mensaje de que los defensores de Derechos Humanos están solos, de que no pueden contar con ellas para protegerles".

La investigadora de HRW ha recordado al Gobierno de Yoweri Museveni que el Derecho Internacional le obligan a proteger a los activistas. "La indiferencia de la Policía debe acabar", ha reclamado.