El embajador británico en Irán considera que el asalto fue "aterrador" para siete empleados retenidos

Chilcott ha explicado, en una entrevista concedida a Sky News, que algunos trabajadores y sus familias habían sido trasladados al complejo residencial de la Embajada en el norte de Teherán en un intento por aumentar su seguridad en plenas protestas contra Londres, en el punto de mira por las sanciones impuestas contra el régimen iraní por su programa nuclear.

Sin embargo, las cientos de personas congregadas el pasado lunes asaltaron la Embajada y también ese segundo complejo, a priori más seguro. Esto fue, según el embajador, "más que una sorpresa".

Los trabajadores británicos siguieron "procedimientos establecidos" y que pasan por "salir del complejo si puedes". "Dos de nuestros empleados pudieron salir, aunque se montaron en un coche, fueron perseguidos hasta la puerta, y se bajaron justo antes de que los asaltantes les alcanzaran", ha dicho el embajador.

Los otros hicieron "lo que tenían que hacer, ir a zonas seguras", según Chilcott, que se ha referido en concreto en áreas especialmente habilitadas para que, en caso de asalto, varias personas puedan encerrarse "durante un tiempo limitado" hasta que la Policía llegara.

"Uno de nuestros trabajadores se metió en esta habitación y bloqueó la puerta con un fuerte seguro y una cama y se arrimó contra la pared. Durante 45 minutos, pudo oír a personas intentando echar abajo la puerta, rompiendo las ventanas e intentando entrar porque sabían que estaba allí", ha relatado Chilcott, quien ha dicho que finalmente la puerta no resistió.

En total, siete empleados fueron retenidos en una de las estancias y obligados a "estar sentados en silencio". "No podían hablar en la habitación con los asaltantes, sin saber siquiera lo que estaba pasando", ha añadido.

La acción ha llevado a Reino Unido a cerrar su legación diplomática, así como la de Irán en Londres. Todos los diplomáticos iraníes han abandonado este viernes Reino Unido tras una orden de expulsión dada por el Gobierno británico.