Miles de sursudanes siguen atrapados en Sudán y la situación humanitaria empeora

Mientras, varias ONG han advertido del deterioro de la situación humanitaria en algunos campamentos de Sudán del Sur ante la llegada masiva de sursudaneses desde el norte así como de la difícil situación que padecen los sursudaneses que se encuentran sin poder viajar hacia el Sur ni trabajar en Sudán.

Sudán del Sur proclamó su independencia en julio de 2011 tras celebrar un referéndum en enero de ese mismo año en el que el 99 por ciento de la población voto a favor de la secesión. Jartum y Yuba mantienen una serie de disputas territoriales, desavenencias sobre el precio a pagar por el uso de oleoductos en Sudán para exportar el petróleo sursudanés y los derechos de los ciudadanos de cada país que se encuentran en la otra nación.

Jartum ya advirtió a principios de este año que los sursudaneses que no legalizasen su situación en abril serían expulsados, sin embargo los traslados han tenido dificultades ante el corte de carreteras y la falta de transportes entre ambos países.

La OIM informó a principios de junio de que había conseguido trasladar a 12.000 sursudaneses que se encontraban en Sudán hacia su país de origen, aunque no realizaría más viajes ante la falta de fondos. Algunas estimaciones indican que entre 350.000 y 700.000 sursudaneses se encuentran en Sudán.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima que unos 38.000 sursudaneses viven en situación precaria alrededor de Jartum esperando a ser trasladados al Sur. Sin embargo, muchos sursudaneses llevan décadas viviendo en Sudán y apenas han tenido contacto con el Sur, donde el Gobierno se ha visto incapaz de atajar el desempleo y atender a los refugiados.

El jefe de desastres de la Cruz Roja en Sudán del Sur, Latio Kudus, ha explicado que "cientos de miles de desplazados se han integrado relativamente bien en Sudán del Sur durante los últimos dos años, pero los que no tienen ninguna forma de volver tampoco pueden integrarse". "Estamos muy preocupados por las personas que deben retornar, pero que se han mostrado reacios debido a la falta de transportes y a la ausencia de medios. No está claro como lo conseguirán", ha destacado.

Por su parte, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha advertido del deterioro de la situación sanitaria en los campamento de desplazados de Sudán del Sur donde no han recibido los "bienes básicos para su supervivencia" y donde se enfrentan al "hacinamiento y a la escasez de agua"

MSF ha señalado que en las últimas semanas han llegado 35.000 sursudaneses al estado de Alto Nilo que se han unido a los 35.000 que ya se encontraban en dicha región, lo que ha desbordado a las autoridades. La médico de la ONG Erna Rijnierse ha indicado que "dispensar atención médica no basta cuando no hay cobijo, agua ni comida para unas personas que ya llegan en un estado muy débil".

PANORAMA DANTESCO

Rijnierse ha explicado que a principios de semana unas 15.000 personas que estaban en un campamento cerca de la frontera decidieron avanzar 25 kilómetros hasta otro asentamiento ante el fin de las provisiones. La organización intentó atenderles por el camino.

"El panorama era realmente dantesco, con los más débiles muriendo mientras todavía caminaban, tan deshidratados que ni la asistencia médica más urgente podía ya salvarles", ha afirmado.

En el estado de Unidad, el campamento de Yida ya alberga a 50.000 personas. El coordinador general de MSF en Sudán del Sur, André Heller, ha advertido de que están atendiendo a personas aquejadas de enfermedades transmitidas por el agua ante la escasez de agua potable y sistemas de higiene.

"Tenemos muchos pacientes, principalmente niños, para los que una simple diarrea puede significar la muerte, y que sin embargo acuden una y otra vez al hospital para recibir tratamiento. También estamos viendo un importante aumento de la desnutrición", ha indicado Heller.

El coordinador general ha advertido de que con la llegada de la estación de lluvias el problema podría agravarse con el corte de caminos y el aumento de las enfermedades. MSF ha pedido que la comunidad internacional destine fondos para evitar el empeoramiento de la situación.